Según ha indicado la asociación en una nota, este año «se ha sembrado más debido a las lluvias primaverales», lo que «provocó que muchas parcelas de leguminosas se perdieran», de modo que algunos agricultores «optaron por sembrar girasol debido a que el año meteorológico era bueno para ello en comparación con años anteriores».
Sin embargo, han agregado, «la campaña de girasol ha finalizado en la provincia con rendimientos medios-bajos en torno a los 800-1000 kg/has», por lo que «se han visto en muchas fincas las tiras para dar parte de siniestro de cultivo al seguro agrario al no llegar a los kilogramos mínimos». Los rendimientos grasos han sido muy heterogéneos, teniendo las siembras tempranas más puntos de rendimiento grasos que las tardías.
Desde Asaja han señalado que las siembras «fueron escalonadas por la provincia, comenzando las primeras siembras en febrero y se alargaron en el tiempo hasta final de mayo a causa de las lluvias primaverales, que atrasaron su fecha normal de siembra».
En cuanto a las cotizaciones, son «algo superiores que la campaña pasada» pero, aún así, «siguen siendo bajas para hacer rentable a este cultivo ya que, aunque las cotizaciones han arrancado en 545 euro/tn del alto oleico y 450 euro/tn del linoleico, estos precios, junto con los citados rendimientos, no cubre los costes de producción».