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Cómo las marcas de snacks están capitalizando la cultura viral de la gratificación

Las redes se innundan de contenidos relacionados con la tendencia ‘little treat culture’.

@eggsdoodz

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Durante el verano del año pasado, entre la sobreestimulación de contenido virtual, despuntaría un fenómeno que parece seguir latiendo en el corazón de TikTok. Y esa fue la tendencia #littletreat basada en ‘los pequeños caprichos o momentos de placer’ con los que evadirse en medio de una realidad hostil en muchas ocasiones. Actos de ‘autocuidado’ que llevaban a los creadores de contenido y/o a las nuevas generaciones a darse caprichos en forma de iced lattes de 4 euros o bubble teas de 7.

Todo ello se consumía con la finalidad de transformar ese producto o ‘satisfacción instantánea’ en contenido, replanteando en sincronía uno de los grandes dilemas de la era actual: la de si realmente estamos viviendo o tan sólo proyectando un estilo de vida aspiracional en internet.

LITTLE TREAT CULTURE

La ‘cultura del pequeño capricho’ está intrínsecamente relacionada con esa eterna búsqueda por la estimulación o el refuerzo positivo que siente la generación Z. Un estado que conduce a la juventud a realizar pequeñas compras y/o a alimentarse de pequeños momentos con los que paliar el malestar general.

Todo ello ha llevado entonces a las empresas de snacks a lanzar nuevos productos diseñados específicamente para satisfacer esa demanda a través de versiones mini que poder degustar en cualquier momento. Una estrategia que fomenta muchas veces las compras impulsivas dando ese mensaje de que ‘está bien darse un capricho’; que han materializado marcas como Tate’s Bake Shop, que lanzó sus galletas de chocolate en formato ‘tiny’ de un bocado o Hostess con unos pastelitos que calentar unos minutos en el microondas y saciarse de esa serotonina efímera.

La industria están incluso llevando a cabo estudios sobre la relación entre la generación Z y los snacks como cultura latente. Loacker, fabricante de los barquillos Quadratini, realizó una encuesta entre 1.700 adultos estadounidenses el año pasado y descubrió que ‘la generación Z y los millennials dan mayor prioridad al equilibrio entre un gran sabor e ingredientes de alta calidad que apoyen sus opciones de estilo de vida’ y que ‘el 73% de los encuestados de la Generación Z citaron la calidad como una influencia clave en la forma en que eligen los aperitivos dulces ahora, en comparación con el 50% de los adultos mayores de 60 años’.