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Cómo Gabbriette se ha convertido en la chef de moda de internet

¿Por qué no podemos dejar de ver los vídeos de cocina de Gabbriette?

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Al igual que ha hipnotizado a todas las firmas de moda en los desfiles y en las campañas que protagoniza, con su espíritu de chica súcubo, como la fashion supernova del momento, Gabriette entra ahora en escena para alterar asimismo los algoritmos de internet con sus vídeos de cocina.

Enfundada en looks oscuros, como una mujer gótica y sensual con las cejas afiladas, el pelo negro azabache y la mirada de Kubrick, la exintegrante de la girl band ‘Nasty Cherry’ e icono de la moda, ha demostrado como el modelaje no es lo único que está detrás de su éxito viral.

Dejando a un lado la imagen, su habilidad en la cocina -algo que atribuye a sus padres- también está dando mucho que hablar. El perfil de Gabriette se extiende así a otro tipo de arte: el de la cocina experimental y multicultural a través de un archivo infinito de creaciones que empezó a proyectar online desde la pandemia.

Ese período se convirtió en un momento clave para la carrera de esta musa de vanguardia en el papel de ‘chef de internet’ en el que empezó a grabarse cocinando para no aburrirse y a colgar los resultados en Internet. Tres años después, sus vídeos se viralizan constantemente en Internet, como ocurrió con uno en el que recreaba el famoso pastel vegano de Erewhon, con más de de 50.000 likes.

Estetización culinaria

Se tratan de clips rápidos -en versión Reel- que generan placer visual debido a todos los ingredientes que lo componen: la riqueza cultural de sus elaboraciones, la explicación directa del plato en cuestión, y de su composición, hasta llegar a cerrar la obra con un resultado estéticamente elevado.

Así, Gabbriette sirve video-recetas en los que elabora desde un ceviche de camarones de su madre mexicana, de enchiladas de pollo o unos buñuelos de puerro y remolacha dorada, hasta una tarta de ciruelas y aceite de oliva o unas deliciosas cookies de chocolate; que conforman un bufé multisensorial de alta cocina narrado por una voz dulce que contrasta con su imagen de chica punk.