La lucidez, la ironía, el gozo o la ternura siempre caracterizaron las viñetas del gran Quino.
Pero en su porfolio, más allá de su querida Mafalda, abundaron otras muchas tiras en torno a uno de los placeres que más fascinaron a este artista: la gastronomía.
Buena parte de ellos se recogieron en el libro La aventura de comer (Editorial Lumen), del que queremos compartir aquí tan sólo algunos pases. Disfruten de este sabroso menú.