La excesiva contaminación de CO2 está ocasionando que las plantas no puedan soportar tanta agresión y que las cosechas lleguen a generar, en un futuro no tan lejano, comida insana, la misma que daría igual tirarla a la basura o descartarla del proceso de selección para llevarla a los mercados.
Según un estudio de U.S. Global Change Research Program se descubre que el valor nutricional de algunos alimentos, véase trigo, arroz y patatas, está disminuyendo considerablemente a medida que aumentan los niveles de CO2 en la atmósfera, generando así una contaminación en verduras y frutas que convierten las comidas elaboradas con estos alimentos en poco recomendables para la salud.
El mismo informe también señala que si la contaminación y el cambio climático siguen creciendo a este ritmo tan acelerado, para el 2100 las cosechas tendrán un alto porcentaje de carbohidratos y uno muy bajo de proteínas y micronutrientes. Algo que incrementaría la obesidad y la deficiencia en micronutrientes.