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Big Mac Index: cómo medir la economía global con una burger

El emblema del fast food no sólo se consume.

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La Big Mac se concibe desde su creación en 1967 como el gran símbolo de McDonald’s. La mítica hamburguesa de la cadena cuenta incluso con un museo que le rinde culto desde Pensilvania, aunque quizás, lo que muchos desconozcan es que ésta también se usa como un indicador de la economía global.

En 1986 se daría a conocer ‘el índice Big Mac’ con el que saber si las divisas están en su nivel ‘correcto’ en base al precio de la hamburguesa. A partir de esos resultados, pueden demostrarse la diferencias de poder adquisitivo de los consumidores; así como regular o comprobar el nivel de las divisas internacionales en comparación con el de Estados Unidos.

Se trata de un método con el que simplificar la compleja economía mundial con una instantánea aproximada con la que saber si una moneada está infravalorada o sobrevalorada. El Índice Big Mac mide el valor de la moneda comparando el precio de la burger en todo el mundo, una idea irónica de The Economist que desde 1986 se actualiza dos veces al año para vislumbrar la realidad económica del momento.

Este medidor se basa en la teoría de paridad del poder adquisitivo con un producto estandarizado en todo el mundo que ‘debería costar lo mismo en todas partes’, con ingredientes como la carne, el trigo, las cebollas o los tomates que reflejan una aproximación de su valor en cualquier país.

El Índice Big Mac de 2025

Según los resultados de la World Population Review, en Estados Unidos, el coste medio de una Big Mac ronda los 5,15 dólares, teniendo en cuenta los resultados del Índice Big Mac. Esto implica que deberíamos ser capaces de convertir esa cantidad de dinero en efectivo en una nueva moneda y seguir comprando ese mismo Big Mac, suponiendo que las dos naciones tengan paridad de poder adquisitivo. Sin embargo, en el Índice Big Mac de este año, una hamburguesa en Suiza cuesta unos 6,71 dólares, un 30,33% más que en EEUU, lo que se atribuye a factores como los mayores costes laborales, el menor poder adquisitivo y los impuestos. Noruega, Uruguay, Suecia y Canadá les siguen con diferentes grados de diferencia de precios.

Por el contrario, países como Líbano, Israel y Emiratos Árabes Unidos tienen precios de Big Mac ligeramente inferiores a los de EE.UU., con Líbano vendiendo el bocadillo por 5,08 dólares. Un grupo significativo de países europeos, entre ellos Andorra, Austria, Bélgica y varios otros, tienen una diferencia en el Índice Big Mac de alrededor del -7,47%.