Estas medidas forman parte del documento ‘Agua para la agricultura y la ganadería en Baleares’, que ha sido presentado en la sesión y que define los principales objetivos y actuaciones para garantizar el suministro y la gestión sostenible del agua hasta 2030.
El texto, ha informado la Conselleria en un comunicado, plantea una modernización integral del regadío balear y una apuesta decidido por el aprovechamiento de las aguas regeneradas con el objetivo de mejorar la rentabilidad de las explotaciones, la sostenibilidad de los recursos y la adaptación del sector al cambio climático.
Entre los objetivos marcados, la Comisión ha propuesto aumentar el superficie de regadío en un 38,8% hasta alcanzar las 15.000 hectáreas en 2030 y elevar el uso de aguas regeneradas del 21% al 30% en los próximos cinco años, con una planificación que a largo plazo que permita alcanzar el 50%.
También se prevé establecer una reserva estratégica de agua del 25% del total de los consumos del archipiélago para uso agrario y ganadero e incrementar el volumen total disponible hasta los 75,4 hectómetros cúbicos (hm3).
Los documentos técnicos presentados incluyen una actualización de las dotaciones hídricas por cultivos y por islas que, de acuerdo con el departamento dirigido por el conseller Joan Simonet, permitirá adaptar las concesiones y la planificación de regadíos a las características de cada territorio.
Según los datos actualizados, las dotaciones medias de referencia se sitúan en 4.000 metros cúbicos por hectárea (m3/ha) en Mallorca, 4.800 m3/ha en Menorca, 3.500 m3/ha en Ibiza y 3.200 m3/ha en Formentera, ajustadas a los diferentes tipos de cultivos y a la disponibilidad de recursos.
Estos cálculos, elaborados conjuntamente por las direcciones generales de Agricultura y de Recursos Hídricos, buscan definir escenarios de crecimiento equilibrado del regadío y orientar la inversión pública hacia zonas prioritarias y sostenibles desde el punto de vista ambiental.
DISPONIBILIDADES Y NECESIDADES HÍDRICAS
Otro de los documentos analizados este miércoles ha sido el informe sobre disponibilidades y necesidades hídricas del sector agrario, elaborado a partir del Plan Hidrológico de Baleares 2022-2027 y de los datos actualizados del Registro Interinsular Agrario (RIA 2024).
El estudio, ha apuntado la Conselleria, constata que el sector agrario utiliza el 22% del consumo total de agua y que la demanda ha disminuido de forma sostenida en los últimos años.
En paralelo, el uso de agua regenerada alcanza ya el 28,6% del agua de riego, aunque solo se aprovecha una quinta parte del potencial reutilizable. La superficie total de regadío declarada se sitúa en 10.761 hectáreas.
«Desde la Conselleria nos marcamos como objetivo aumentar progresivamente esta superficie, priorizando cultivos de alto valor añadido o estratégicos, hasta alcanzar así el 12,5% de la superficie agraria útil (SAU) en el próximo ciclo de planificación hidrológica (2028-2033)», ha explicado el director general de Agricultura, Fernando Fernández.
En cuanto a la ganadería, el documento estima unas necesidades anuales de 2,09 hm3 de agua, que servirán de base para la nueva propuesta de dotaciones por especies y tipologías de explotación.
Para tratar hacer realidad estos objetivos, la Conselleria ha impulsado la aprobación del Plan General de Optimización y Aprovechamiento de Aguas Regeneradas para Regadío y la creación de la Agencia Balear del Regadío, además de revisar los criterios de concesión de aguas subterráneas y reforzar las líneas de ayuda para la modernización del regadío y el uso de agua regenerada.
En este sentido, Fernández ha destacado que estas actuaciones suponen «un paso decisivo para garantizar la sostenibilidad hídrica del sector agrario balear y consolidar un modelo productivo más eficiente, moderno y resiliente frente al cambio climático».
Asimismo, en el marco del Plan de Trabajo 2025-2026 se concretan los objetivos, indicadores y presupuesto de los distintos ejes de actuación.
Entre ellos destaca el eje 5, dedicado al Crédito de Carbono y la Compensación de Externalidades Ambientales, que promueve el cálculo de la huella y las absorciones de carbono de las explotaciones agrarias y ganaderas, el desarrollo de proyectos de certificación de créditos de carbono conforme al nuevo reglamento europeo y al registro balear de huella de carbono.
También promueve el apoyo a la ganadería extensiva mediante la creación de un Fondo de Pastos que permitirá movilizar al menos 5.000 hectáreas de pasto permanente adicional.
El plan prevé una inversión global superior a los 220.000 euros para el desarrollo de metodologías, proyectos piloto y acciones formativas dirigidas al sector.
La reunión de este miércoles ha dado continuidad a la sesión del pasado 30 de julio, en la que se establecieron las líneas de trabajo sobre el eje ‘Agua y Agricultura’.
Presidida Fernández, ha contado con la presencia de representantes de los consells insulares, organizaciones agrarias, cooperativas, sindicatos y entidades de investigación.
La Comisión de Respuesta y Adaptación del Sector Agrario es el órgano de coordinación creado para garantizar una planificación estratégica y participativa de las actuaciones que permitan aumentar la resiliencia y la sostenibilidad del sector agrario en el contexto de crisis climática actual.