La propuesta planteaba acatar lo dictado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que establece claramente que el Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos, y, en consecuencia, evitar que productos marroquíes entren en Europa «etiquetados falsamente como de origen Sáhara para beneficiarse de ventajas comerciales que no les corresponden».
Lo ocurrido supone una «nueva puñalada al campo extremeño y español», demostrando nuevamente que las instituciones europeas «continúan priorizando la entrada de productos de terceros países, aunque no cumplan trazabilidad, ni requisitos laborales, ni exigencias medioambientales, frente a los productos europeos, que sí están sometidos a los estándares más estrictos del mundo», sostiene la organización agraria en una nota de prensa.
Desde Apag Extremadura Asaja critican esta actitud «incomprensible» y «profundamente dañina» para el sector agrario, y lo hacen con «más contundencia» al comprobar que entre quienes rechazaron la iniciativa se encuentra un eurodiputado extremeño, Ignacio Sánchez Amor, cuya posición consideran «indignante e injustificable» para con los agricultores y ganaderos de esta tierra.
«Resulta lamentable que haya grupos políticos -y especialmente un representante extremeño- que voten en contra de una medida que busca garantizar seguridad jurídica, transparencia de mercado y competencia leal», señala el comunicado de la organización agraria, que no pide «privilegios», sino «igualdad de condiciones para producir y vender».
Ante este escenario, Apag Extremadura Asaja exige explicaciones y reclama a todas las fuerzas políticas que actúen «con responsabilidad», defendiendo a quienes cumplen la ley, sostienen el territorio y producen alimentos con garantías. «Seguiremos vigilantes y combativos ante cualquier decisión que ponga en riesgo al campo extremeño», porque «sin agricultores ni ganaderos, no hay futuro».