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Almería.-Trabajadores de Agrupaejido perciben un «cierre patronal» al parar la producción con el ERTE a 150 personas

Los trabajadores de la empresa hortofrutícola Agrupaejido que se han manifestado este miércoles en contra de un ERTE anunciado por la empresa que afecta al 95% de su plantilla han trasladado sus sospechas ante un posible «cierre patronal» dado que la suspensión de contratos ha conllevado la paralización de la producción en los centros de trabajo.

Según han manifestado los representantes de los trabajadores ante los medios, los empleados que han quedado fuera del ERTE iniciado el pasado 18 de septiembre se corresponde a persona de administración, destinado a realizar temas «burocráticos» de cara al propio expediente de regulación temporal de empleo, sin que se pueda dar salida a la producción agrícola que también se ha visto muy mercada por las deudas que se acumulan con los agricultores.

«Debería haber gente trabajando para poder salir de la situación, pero lo único que hay son los de administración. No entendemos el porqué del ERTE», ha dicho la presidenta del comité de empresa, Marisa Brígido, ante la «incertidumbre total» que supone esta medida con la que los empleados se han quedado «en el limbo» a la espera de que la empresa los pueda desafectar en algún momento aunque «sin una fecha prevista, ni clientes, ni nada».

Según han apuntado desde la parte social de la protesta, el plan de viabilidad de la empresa pasaría por la venta de sus activos, principalmente, la nave hortofrutícola ubicada en el Polígono La Redonda de El Ejido, si bien eso dejaría sin un centro de trabajo, por el momento, al grueso de la plantilla, ya que una parte de ella se ubica en una nave de alquiler en Las Marinas, en Roquetas de Mar.

«Si se vendiera y se subrogara –la plantilla–, pues por lo menos esos puestos de trabajo se salvarían», ha apuntado Brígido ante la dudas que plantea la situación dada la suspensión de contratos que se ha empezado a materializar durante la última semana con los trabajadores fijos.

La representación de los empleados ha destacado además los retrasos en las nóminas padecidos en los últimos meses, lo que se une a los impagos a los productores agrícolas durante la campaña 2024/2025, a quienes se debe «una gansada de millones» por la entrada de género aún no abonado.

«Venimos de un concurso de acreedores que se inició en el 2015, se salió del concurso de acreedores en 2023 y a partir de ahí empezó un poco el declive», han dicho para recordar que la mercantil ya vendió su centro de producción de La Mojonera, donde se encontraba originalmente la plantilla de envasado.