Así lo ha subrayado en un comunicado, en el que ha lamentado «la incertidumbre permanente y la falta de estabilidad normativa que vive el sector pesquero del Mediterráneo, una situación que impide la planificación del trabajo y pone en riesgo la supervivencia de muchas empresas familiares».
Además, ha recalcado que «el Gobierno de España ha concedido recientemente 13 días adicionales de pesca para lo que resta de 2025, un reconocimiento implícito a los esfuerzos realizados por la flota y a la mejora del estado de los caladeros». «Esta decisión confirma lo que el sector ha defendido durante años: las medidas adoptadas han funcionado y el Mediterráneo muestra signos de recuperación», ha apuntado.
Sin embargo, ha continuado, «de forma paralela», la CE «ha presentado una propuesta para 2026 que supondría una reducción muy severa del esfuerzo pesquero, estableciendo únicamente nueve días base de pesca para gran parte de la flota de arrastre del Mediterráneo». Además, «cualquier ampliación de días estaría condicionada a cambios técnicos relevantes en los barcos, nuevas exigencias operativas y modificaciones profundas en la forma de trabajar».
«Resulta incoherente que, mientras se reconoce la mejora del Mediterráneo ampliando los días de pesca para 2025, se proponga para 2026 un recorte que compromete la continuidad de las empresas pesqueras y el empleo de miles de familias», ha recalcado.
En esta línea, Miguel Felipe Solbes Amor, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de La Vila Joiosa, ha afirmado que los «informes científicos» del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (CCTEP) «confirman que los recursos pesqueros muestran una evolución positiva y que el sector ha cumplido con las exigencias impuestas». «A pesar de ello, se sigue cargando sobre los pescadores el peso de decisiones que no tienen en cuenta la realidad social ni económica de nuestros puertos», ha añadido.
«SACRIFICIO» DEL SECTOR
A juicio de la entidad, «la propuesta que se debatirá en Bruselas del 11 al 13 de diciembre no puede ignorar el sacrificio realizado por el sector», ya que «si el Mediterráneo se está recuperando, es gracias a los pescadores, no a pesar de ellos».
«No pedimos privilegios, sino una política pesquera basada en datos reales, en el esfuerzo demostrado y en el sentido común. La pesca no puede sostenerse con cifras simbólicas: necesitamos días suficientes para trabajar, no más recortes ni más incertidumbre», ha sentenciado.