Lo ha dicho este viernes en un briefing telemático organizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el que ha explicado que se ha establecido una zona de vigilancia en un radio de 20 kilómetros, donde hay 39 explotaciones porcinas –cinco en un radio de 10 kilómetros– y ningún matadero.
«Tenemos alrededor de 400 tipos de certificados distintos para los 112 países a los que exportamos productos cárnicos. De ellos, 121 certificados quedan bloqueados y para el resto es posible la exportación. La situación no es tan catastrófica», ha destacado García.
SOCIOS COMERCIALES
En estas primeras horas, la reacción de los socios comerciales ha sido dispar: mercados importantes como Japón o México han bloqueado sus certificados, mientras que otros como Estados Unidos, Reino Unido o Corea del Sur los mantienen.
El Gobierno permanece a la espera de la decisión de China, un socio comercial relevante en este ámbito, que importó 545.000 toneladas de carne porcina en 2024, lo que representa unos 1.100 millones de euros.
Sin embargo, García ha aclarado que el acuerdo con el país asiático establece una regionalización provincial, por lo que solo la carne producida en la provincia de Barcelona quedaría afectada, mientras que el resto de provincias catalanas y españolas podrían exportar hacia el país.
«En la zona de vigilancia establecida, un radio de 20 kilómetros, no hay ningún matadero, por lo que los productos cárnicos se pueden mover libremente por la Unión Europea», ha agregado.
PRIMER FOCO EN ESPAÑA DESDE 1994
Los dos casos confirmados en Bellaterra, situada en el municipio de Cerdanyola (Barcelona), son el primer foco de peste porcina africana en España desde 1994, una enfermedad para la que todavía no existen vacunas, pero que no afecta al consumo humano.
García ha dicho que en los últimos años, la enfermedad ha sido detectada en 13 países europeos, especialmente en el este del continente.
ACCIONES PREVISTAS
La labor de las autoridades catalana y española se concentra en la vigilancia del radio de 20 kilómetros respecto a donde se encontraron los jabalíes muertos, en los que se aplicarán medidas como perimetrar la zona, la búsqueda de más cadáveres o la prohibición de la caza, para no provocar que los jabalíes de la zona huyan y expandan la enfermedad.
Esta zona de vigilancia incluye otras poblaciones como Mollet, Santa Coloma de Gramenet, Montcada, La Llagosta, Santa Perpètua de Mogoda, Polinyà, Terrassa, parte de los barrios de Barcelona, Sabadell y el Parc Natural de Collserola.