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Agricultores y ganaderos aragoneses exigen soluciones inmediatas contra los daños de la fauna silvestre «descontrolada»

ZARAGOZA, 30 (EUROPA PRESS)

El sector agroganadero se ha manifestado este viernes por el centro de Zaragoza para exigir la acción urgente de las administraciones, tanto del Gobierno de Aragón como del Ejecutivo central, para atajar los graves perjuicios que sus explotaciones está causando una fauna silvestre que consideran «descontrolada».

Representantes de las organizaciones ARAGA, ASAJA, UAGA-COAG, UPA, Cooperativas agroalimentarias, la plataforma contra el lobo y el oso en Aragón y la Plataforma Aragonesa Independiente en Defensa de la Agricultura Sostenible (Paidas) han marchado desde la trasera de los jardines del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, hasta la Delegación del Gobierno, en la plaza del Pilar, en un recorrido reivindicativo con el que han querido visibilizar la necesidad de que ambas administraciones se impliquen en un problema que entienden «endémico» y para el que «no están sirviendo las medidas de control adoptadas».

Conejos, corzos, cabras, ciervos, lobos, osos, jabalíes, la avispa asiática, y también los castores y los abejarucos, han causado ya destrozos en más de 100.000 hectáreas de cultivo y en cientos de explotaciones ganaderas y apícolas, sumando más de 140 municipios afectados y pérdidas económicas que superan los 45 millones de euros anuales, según han trasladado los convocantes de la manifestación.

Según han explicado los afectados, los daños son ostensibles en campos que aparecen arrasados, pero también en cepas que no terminan de desarrollarse, en tallos de trigo que no terminan de desarrollar la espiga, y en troncos de frutales roídos o descortezados por el frote de los cuernos de los corzos.

«Son ya más de 10 años los que venimos sufriendo estos ataques al ganado, estos destrozos en cultivos, en cereal, en frutales», ha lamentado el presidente de ARAGA, Federico Lorente, que ha reconocido que la moral de los agricultores «está por los suelos».

«Es muy triste tener que decir que tenemos que dejar de cultivar nuestras tierras por culpa de las especies cinegéticas», ha terciado el secretario general de Asaja Aragón, Ramón Solanilla.

«Es un acoso total y una presión muy grande la que ejerce la fauna silvestre sobre el campo», ha apuntado el secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, José María Alcubierre, que se ha quejado de las «complicaciones» que ponen las diferentes administraciones para resolver uno de los problemas del sector. «Estamos ya un poco cansados porque no dan soluciones, no se están atajando los problemas y se están pasando las competencias de una administración a otra», ha reprochado.

La situación, ha advertido el secretario general de UPA en Aragón, José Manuel Roche, «es muy complicada»: «Se están abandonando explotaciones, miles de hectáreas de nuestros campos de secano se están dejando en barbecho y no tiene sentido que en un año en el que la climatología está siendo buena tengamos que tener tantas pérdidas por los daños por los conejos», ha enumerado.

Los daños provocados por las plagas de conejos fueron precisamente el germen del que nació PAIDAS, la plataforma aragonesa independiente en defensa de la agricultura sostenible. Su secretario general, Raúl Lorente, agricultor de la comarca de Valdejalón, ha aportado al argumentario que el sector se ve obligado a ir adaptando los cultivos a lo que les permiten los conejos poder cultivar: «La mayoría de los cereales se los comen, vamos a triticales que se los comen menos, pero las producciones son las que son y, en los frutales, las inversiones son brutales y al perder una plantación se pierde mucho dinero invertido».

Solanilla (ASAJA Aragón) ha añadido la amenaza que este descontrol de la fauna silvestre supone para la situación sanitaria: «Pueden trasladar enfermedades como la tuberculosis o la peste porcina a las explotaciones ganaderas, lo que pondría en riesgo el sector cárnico español, lo que resulta muy preocupante porque no olvidemos que en Aragón somos un referente a nivel nacional y a nivel europeo en la exportación de carne».

En el sector cunde también un sentimiento de agravio «al ver que en las ciudades sí están tratando las ratas, las palomas y tórtolas, pero en el campo nos quitan los instrumentos para poder trabajar y se nos está haciendo muy complicado seguir, especialmente en explotaciones familiares que viven de eso y en zonas más deprimidas de Aragón», ha advertido Alcubierre.

Un problema que para el secretario general de UAGA-COAG se suma a otros como la «importante caída de precios, la PAC, «que no está sirviendo de red de seguridad que tenía que ser», y los seguros, «que no cubren los daños de las tormentas».

La atención prestada por las administraciones no vale para el sector, que reclama medidas efectivas de manera inmediata: «Después de habernos escuchado, de haber tomado nota, de haber puesto encima de la mesa herramientas que se ha demostrado que no sirven absolutamente para nada porque los daños cada día van a más, nos tenemos que remangar y empezar a trabajar en lo que realmente queremos los agricultores y ganaderos que es controlar estas plagas», ha planteado Roche.

Sus reivindicaciones, ha advertido el secretario general de UPA en Aragón, «no pasan por hacer desaparecer estas especies, decimos que se tienen que controlar y que no solamente sirve con compensar los daños que producen estas plagas a nuestras explotaciones, sino que se tienen que tomar medidas cinegéticas», ha reclamado.

Así, ha detallado medidas como la flexibilización de los permisos de caza y del uso de determinadas armas y calibres hasta ahora no autorizados, la adaptación de las líneas de seguro y la investigación de medios químicos, como la castración química y el uso de biocidas.

A ellas ha sumado Federico Lorente (ARAGA) la protección de las infraestructuras para que no sirvan de vía de expansión de estos animales y el control de los grandes depredadores con vallados eléctricos y GPS localizadores.

Un conjunto de demandas que Alcubierre (UAGA-COAG) ha dirigido tanto al Gobierno de Aragón, al que le ha pedido expresamente que refuerce especialmente la caza del conejo y que adopte una «posición fuerte» frente al Ministerio de Medio Ambiente, del que también exige medidas para reformular la convivencia del lobo y el oso con la ganadería extensiva y ver qué hace con la avispa asiática: «Tienen que ser fórmulas que realmente permitan el trabajo diario y ayudas que compensen la merma causada para poder aguantar en estos momentos de necesidad», ha resumido.

OVINO «EN DECADENCIA»

Solanilla (ASAJA Aragón) ha pedido no olvidarse de la ganadería extensiva, especialmente de la del Pirineo, que debe hacer frente a la presencia de grandes depredadores como el oso y el lobo. Un modelo de explotación ganadera que considera «incompatible» que esa doble amenaza y para la que ha solicitado «políticas reales» que frenen su entrada y un «apoyo real» a las explotaciones ganaderas.

La cuestión la ha abordado de lleno el ganadero de ovino y caprino de Arén (Huesca) José Luis Castell, presidente de la plataforma en contra del oso y el lobo en Aragón, quien ha asegurado que no reclaman la erradicación de esos animales, sino que se reconozca la incompatibilidad de su presencia con la ganadería extensiva.

«Los ganaderos estamos aborrecidos, sufrimos el ataque del lobo primero en la zona de Monegros y luego en Alcañiz y la Administración no quiere admitir que es lobo y siempre dice perros asilvestrados, pero estos normalmente se ven y se sabe de dónde vienen y el ataque de lobo siempre es el mismo», ha apostillado Castell.

Igualmente, ha asegurado que el ovino «está en decadencia, en peligro de extinción, quedamos cuatro, la mayoría somos mayores, hay poco relevo generacional. Cada día hay menos ovejas y sin estos problemas algunos ganaderos a lo mejor habrían continuado y algún joven se incorporaría», ha planteado.