Según ha informado el ministerio en una nota de prensa, en la reunión, en Sevilla, el ministro ha destacado que la PAC tiene que ser una política plenamente común, con un presupuesto sólido y una arquitectura diferenciada para evitar su integración en un «fondo único» que, según España, generará desigualdades entre Estados miembros y una renacionalización de la política agraria.
El ministro ha subrayado la eficacia del modelo actual, una PAC «más justa, social e igualitaria», con más de 590.000 solicitudes de ayudas en 2025 y una amplia participación en ecorrregímenes, y ha insistido en la importancia de garantizar reglas claras, estabilidad y seguridad jurídica para agricultores y ganaderos.
España ha expresado también su preocupación por el incremento de la cofinanciación exigida en intervenciones sectoriales y acciones agroclimáticas, lo que podría tensionar los presupuestos nacionales y comprometer la continuidad de medidas esenciales, tal y como ha señalado el ministerio.
Así, Planas ha defendido que la futura PAC debe reforzar la rentabilidad del campo, impulsar inversiones vinculadas a la transición climática y apoyar a jóvenes y mujeres en el medio rural, al tiempo que avanza en una simplificación real de la gestión. «Cada euro destinado a la PAC debe traducirse en más productividad, sostenibilidad y futuro para el sector», ha señalado el ministro.