En el marco de la innovación en el sector de la restauración, Chipotle ha sido una de las empresas pioneras en experimentar con nuevos formatos de servicio a domicilio que automatizan la gestión a través de la repartición de comida con los drones ‘Zipline’.
DoorDash se ha sumado a la revolución actualizando su sistema con el primer robot de reparto autónomo comercial, que circula por las calles y las carreteras para entregar los pedidos a domicilio de manera “rápida, segura y eficaz”. El robot en cuestión se llama “Dot”, y tiene un tamaño diez veces menor que el de un coche.
La finalidad detrás de esta implementación consiste en la satisfacción de una demanda creciente por parte de los consumidores, como la que ayudar a los comercios locales. Gracias a su tamaño y su diseño totalmente eléctrico, este método ayuda a reducir la congestión y las emisiones, garantizando una experiencia fluida y fiable.
Los robots de DoorDash llevan así un tiempo recorriendo las calles de Los Ángeles o Nueva York con una capacidad con la que poder transportar hasta seis cajas de pizza grandes o 13 kg de carga.
La iniciativa de la empresa se ha traducido en un aumento del 20% de los ingresos en el segundo trimestre de 2025, consecuencia -en parte- de la ampliación de la colaboración entre DoorDash y la cadena de supermercados Kroger.