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Actualmente Madrid vive un auténtico boom gastronómico con grandes aperturas y locales que llenan cada día. Aunque también está la otra cara: la de los cierres. Algunos de los cierres de los últimos años han sido restaurantes históricos que, a pesar de que desaparecieron hace tiempo, todavía siguen en la retina -y el paladar- de muchos. Las razones fueron múltiples, pero la pandemia obligó a muchos de ellos a bajar definitivamente la persiana. Nos llenamos de nostalgia para rememorar 14 de los restaurantes más históricos de Madrid que ya no están en la escena foodie de la capital. ¿Cuál de todos recuerdas con más cariño?
Palentino
Sin duda, uno de los locales más legendarios de Malasaña. Estuvo más de 80 años al pie del cañón en la calle Pez y su dueño, Casto Herrezuelo, era una seña de identidad al frente de la barra. Tras su fallecimiento en 2018, Loli López -cuñada de Casto- se hacía cargo del bar en solitario, pero a los meses tuvo que echar el cierre. Y se vino el primer drama. Un año más tarde, en 2019 el grupo Mamá Chicó se hizo con el local y, tras hacer una profunda reforma, el Palentino reabrió totalmente renovado, pero manteniendo en parte la esencia del mítico bar. En 2021, el icónico cartel rojo se quitó definitivamente.
Embassy
Abierto en 1931, fue una mítica confitería y salón de té ubicado en el número 12 del Paseo de la Castellana. En 2017 anunciaron su cierre debido a a crisis económica, que contribuyó a que «la empresa esté buscando cambios en el modelo de negocio». Durante su histórica andadura, el local se convirtió en refugio para los judíos en la II Guerra Mundial. En la década de los 80, con el cambio de dueños, Embassy incorporó también zona de restaurante y tienda de delicatessen. Hoy en día, su espíritu sigue vivo y en este lugar se instaló hace unos años otro emblemático restaurante: Robuchon Madrid.
Balzac
Hace más de una década que echó el cierre (2012), pero el restaurante Balzac todavía es recordado por muchos. Por sus cocinas pasaron reconocidos chefs como César Martín o Andrés Madrigal. Vivió una época de esplendor durante casi dos décadas, en los 90 y los 00, pero no pudo con la crisis económica de 2008 y, unos años más tarde, bajó la persiana definitivamente.
Freiduría Gallinejas
Este mítico local ubicado en la calle Embajadores 84, se vio obligado a cerrar en 2021, después de llevar abierto desde los años 50 y principalmente por la pandemia y otros problemas económicos. Se convirtió en todo un referente de la casquería, concretamente de las gallinejas.
Hontanares (Avenida de América)
Otro histórico local que se llevó el coronavirus. Abierto desde 1966 frente al intercambiador de Avenida de América, esta cafetería abría todos los días y cada día recibía a más de 1.600 personas, desde los cafés de primerísima hora hasta los cócteles nocturnos. El ritmo aquí no paraba, pero las restricciones impuestas en el año 2020 obligaron a echar el cierre. Actualmente, todavía sigue abierta la cafetería Hontanares de la calle Sevilla, otro icónico establecimiento de la capital.
Punto MX
Tras ocho exitosos años en la capital -periodo en el que consiguió una estrella-, el restaurante mexicano de Roberto Ruiz también se vio obligado a bajar la persiana debido a la pandemia. Pero el chef mexicano supo reinventarse y pronto abrió el también exitoso Barracuda MX. Este 2023 también se embarcó en un nuevo proyecto: Can Chan Chán. Este restaurante, cuyo lema es «la cocina de antojo de Roberto Ruiz’, está ubicado en la tercera planta de El Corte Inglés de Serrano.
Casa Patas
Los tablaos flamencos también sufrieron un buen mazazo con la pandemia de 2020. Casa Patas era uno de los más populares y no pudo resistir a la restricciones, ya que el 75% de su público eran turistas extranjeros. Después de 32 años de andadura -aunque unos años antes su propietario había abierto una taberna en la planta baja- en pleno barrio de Lavapiés, el local echó el cierre, dejando a la capital sin uno de sus tablaos más auténticos.
Ferpal
Otra de las cafeterías más icónicas de Madrid tuvo que cerrar después de la crisis del coronavirus. Se anunció en febrero de 2021 y, con ello, se dijo adiós a sus míticos sándwiches o sus embutidos y delicatessen. Estaba ubicada en plena calle Arenal y justo estaba a punto de celebrar su 50 aniversario.
Lady Pepa
Este emblemático café teatro del barrio de Chueca, se convirtió en un lugar de peregrinaje al que ir a reponer fuerzas tras una noche de fiesta, con platos míticos como sus espaguetis. Fue otra de las víctimas de la pandemia.
Jockey
El año 2012 fue una época de grandes cierres en la capital. Y a este mítico restaurante inaugurado por Clodoaldo Cortés en 1945, también le tocó. Vivió su máximo esplendor en la década de los 70 y 80, siendo todo un hotspot para la jet set madrileña. Unos años después de bajar la persiana, aquí tomó el relevo un actual referente culinario el restaurante Saddle, que mantiene esa esencia sofisticada de su predecesor.
Mamá Framboise
Era una de las pastelerías más míticas de Madrid. Después de 10 años de andadura y con un nombre muy reconocido, Mamá Framboise anunció el cierre de sus seis locales durante el verano de 2020.
Santceloni
Fue uno de los locales de referencia en la escena gastronómica madrileña durante dos décadas, pero la pandemia volvió a hacer de las suyas. Leña de Dani García ocupó el lugar del restaurante de Óscar Velasco. El nuevo proyecto de Velasco junto a Montse Abellà, llamado VelascoAbellà, abrió hace sólo unos meses en la capital y espera repetir el éxito cosechado por Santceloni.
Arce
Ha sido uno de los últimos ‘adiós’ gastronómicos de la capital. Tras 36 años de trayectoria en el barrio de Chueca, el restaurante Arce, de Iñaki Camba, cerró sus puertas después de ser un referente de la caza, la casquería y los escabeches. Su lugar será ocupado dentro de muy poco por el nuevo proyecto del chef Andrés Madrigal, llamado Per Se Bistró, que se abrirá al público en el mes de septiembre.
*Viridiana
Aunque en noviembre de 2022 Abraham García anunció el cierre de Viridiana para el mes de abril, la noticia hizo que resurgiera el local, llenándose de reservas. García decidió postergar unos meses más el cierre definitivo, que parece ser se producirá durante el mes de septiembre. Estaremos atentos.