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Restaurantes mexicanos para disfrutar el Día de Muertos en Madrid

Tacos, ceviches, micheladas y hasta postres con alma mestiza se mezclan en una ruta gastronómica perfecta para celebrar el Día de Muertos con el mejor sabor posible.

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Cuando el sol sale de madrugada tras la terrorífica noche de Halloween, el 1 de noviembre amanece como un día de celebración, tradición y mucho sabor. Los colores y el cariño por aquellos que ya no están despiertan de nuevo cada año en el Día de Muertos. Sin embargo, este día tan especial de origen mexicano no se celebra únicamente con altares, flores de cempasúchil, calaveras de azúcar y en el propio país de México. En Madrid, también se honra con buena comida, cócteles alegres y sabores a México y sus costumbres. Y es que la gastronomía mexicana tiene esa magia de reunir a la gente en torno a la mesa para celebrar la vida y disfrutar de una sabrosísima carta de platos.

Por eso, si quieres vivir esta festividad sin salir de la capital, hay varios restaurantes que te harán sentir -aunque sea por unas horas- que estás en pleno México. Desde propuestas de autor hasta taquerías de espíritu callejero, cada uno de estos locales ofrece una experiencia distinta pero igual de sabrosa. Tacos, ceviches, micheladas y hasta postres con alma mestiza se mezclan en una ruta gastronómica perfecta para celebrar el Día de Muertos con el mejor sabor posible.

Mawey Taco Bar

Detrás de Mawey Taco Bar están Fernando Carrasco y Julián Barros, dos cocineros con un recorrido sólido -incluyendo su paso por el aclamado Punto MX– que decidieron crear su propio rincón mexicano en Madrid. Su propuesta mezcla la autenticidad del recetario tradicional con un toque creativo y personal que se nota desde el primer bocado. Aquí los tacos son religión: desde el de oreja crujiente y sepia con chile habanero hasta el famoso Gobernador con camarón, queso de Oaxaca y polvo de kikos, pasando por el sorprendente de pez mantequilla con chile de árbol o el de picaña con cheddar curado.

Los clásicos también tienen su sitio en la carta. Cochinita pibil, al pastor o huevos rancheros, todos con ese “algo” que convierte lo cotidiano en memorable. Para empezar, el guacamole casero con jalapeño y el cebiche amarillo de corvina y camarón son apuesta segura. Y si te queda hueco para el postre, no te vayas sin probar su pastel de tres leches con chocolate blanco o su tarta de queso con panela: dulces perfectos para cerrar un festín a la mexicana.

Tepic

Tepic rompe con los tópicos desde el primer vistazo y bocado. Lejos de los colores chillones y la estética de postal, este restaurante apuesta por un ambiente blanco, sobrio y moderno, pensado para que toda la atención se concentre en lo importante: los sabores auténticos de México. Su barra es ideal para empezar con un guacamole o unos panuchos mientras observas cómo preparan los tacos al momento.

Aquí no hay fusiones ni adaptaciones. Lo que se sirve en Tepic sabe exactamente igual que en el país azteca. En su carta brillan el aguachile de camarón o pulpo, la quesadilla de huitlacoche y champiñones o el taco Gobernador de Sinaloa, con camarones y queso fundido. Pero la joya de la corona es su taco al pastor, considerado uno de los mejores de España, con carne de cerdo adobada y cocinada a baja temperatura en un trompo que recuerda al kebab original.

Puntarena

Situado dentro de la Casa de México en España, Puntarena es un elegante refugio donde la cocina del Pacífico mexicano brilla con todo su esplendor. Aquí los pescados y mariscos son protagonistas absolutos, en platos que combinan técnica, frescura y un punto de espectáculo, pues muchos se terminan frente al comensal. La decoración es serena, el servicio impecable y la carta, un viaje sensorial al otro lado del Atlántico.

En su propuesta destacan entrantes inolvidables como la tostada de pez limón o el ceviche Puntarena, y platos de fondo que sorprenden, como el pulpo crujiente con aguacate o el icónico pescado a la talla, asado y cubierto con una mezcla de chiles que enamora. Cada creación busca equilibrio entre lo local y lo mexicano, logrando una experiencia culinaria que seduce a todos los sentidos.

Barracuda MX

El chef Roberto Ruiz, primer mexicano en lograr una estrella Michelin en Europa con Punto MX, volvió a la carga con Barracuda MX, un homenaje a la costa del Pacífico. Aquí, el mar marca el ritmo: ceviches, aguachiles, guacamoles con chicharrones y lubina a la talla conviven con clásicos reinterpretados como su mítico tuétano a la brasa con tostadas de atún rojo. Todo ello en un ambiente cálido y relajado, a un paso de la Puerta de Alcalá.

La propuesta de Barracuda MX recorre más de 8.000 kilómetros de litoral a través del sabor, con platos frescos, ligeros y menos picantes, pensados para disfrutar sin prisas. Además, su carta líquida merece un brindis: cócteles impecables, margaritas vibrantes y un ambiente que te transporta directamente al Pacífico. Una experiencia completa donde cada detalle tiene alma mexicana y el sello personal de Ruiz.

El Bajío

El Bajío ha llegado a Madrid desde México para quedarse, y su éxito lo demuestra. Fundado en los años setenta por Carmen “Titita” Ramírez, este restaurante es una institución en su país y ahora conquista el barrio de Salamanca con una propuesta fiel a la tradición. Bajo la mirada de las “mayoras”, guardianas de las recetas de toda la vida, cada plato se elabora con cariño y respeto por el sabor original.

Su carta combina antojitos como panuchos yucatecos o huaraches con guiños a productos locales, y todo servido en un espacio cálido, lleno de artesanías y con un ambiente tan acogedor como animado. Destacan el guacamole con chicharrones, la dorada en salsa verde o el postre de merengue con mousse de limón y helado de mango. No es casualidad que Ferran y Albert Adrià lo consideren uno de sus favoritos. Aquí se saborea México de verdad.

La Única Madrid

En esta propuesta gastro, se añade otro toque: esencia mediterránea. De la mano del chef con estrella Michelin Andrés Madrigal, La Única Madrid ofrece una oferta que funde lo mejor de los dos mundos en una carta en la que te pierdes entre tantos antojos deliciosos. Su concepto “mexiterráneo” brilla en un local espectacular, cerca del Retiro, diseñado con mimo por Alejandra Pombo. Brasas, texturas naturales y una luz cálida crean el ambiente perfecto para una experiencia elegante, cercana y sabrosa.

En la carta, los ingredientes frescos y de calidad se transforman en platos llenos de color y sabor, como el ceviche de lubina salvaje con maracuyá o los tacos mexiterráneos, entre ellos el famoso Gobernador con camarón rojo y el de cochinillo con guacamole. Cada bocado es una experiencia. Y cada plato refleja la sinergia que Madrigal domina tan bien: tradición, producto y creatividad.

Taquería La Chingona

Si buscas una experiencia más canalla y festiva, La Chingona es tu sitio. Esta auténtica cantina mexicana del grupo Larrumba celebra el Día de Muertos con mariachis, cócteles y platos especiales como el taco de asado de cerdo con frijoles y arroz o la tostada de pollo con mole negro. Todo se vive aquí con ese ambiente alegre y desenfadado que te hace sentir como si estuvieras en el corazón de Ciudad de México.

Su carta está llena de sabor y carácter. Tacos clásicos y modernos, pescados, carnes y antojitos elaborados con ingredientes frescos y el punto justo de picante. Perfecto para compartir entre amigos y brindar con una margarita bien servida, La Chingona demuestra que la cocina mexicana puede ser tan divertida como deliciosa.