Este perfume es una chica que te quiere mucho, que te adora, que te sonríe, que le basta estar contigo para ser la persona más feliz del mundo. No tiene gran cosa que decirte, no tienes gran cosa que decirle, pero la suavidad, su presencia también te es suficiente para sentirte el hombre más afortunado de la Tierra. Es un amor azul verdoso y flexible como el agua. Los que crean la superficialidad es un defecto han de comprar esta fragancia y darse cuenta de que lo efervescente, lo no complicado, lo que nos permite alisar los nudos y llegar en paz al final del día,
Las notas de salida son pimienta rosa, elemí y clementina; las notas de corazón son peonía, jazmín y rosa; las notas de fondo son té, almizcle y sándalo.
Sobre todo en verano no es agradable tener que pensar demasiado. Por lo menos no en todos los momentos del día. Es dulce dejarse ir, sentirse acompañado sin más, no tener que hacer ni decir nada para convencer y que el otro simplemente con tu presencia entienda y le guste lo que piensas. Ésta es la virtud de Pivoine Souveraine, éste es su misterio. Ésta es su manera de gustarnos, y cuando quieres pensarlo es como si te detuviera y te dijera: “No hay nada que pensar, sólo siénteme”.
Yo supongo que a la señora Ellena, por ser hija de su padre, le habrán hablado a veces con condescendencia o le habrán dicho que lo suyo al lado de su progenitor-genio no tiene mérito. A mi me parece justo lo contrario. Me parece que es muy difícil ser la hija de un genio, y tener tu personalidad sin renegar de tu padre, que es lo que ella ha hecho. Me parece que hay que ser muy valiente para hacer un perfume tan bien trabajado, tan complejo, para transmitir a la vez una idea tan delicada, tan huidiza, tan fuera de estas contundencias tan pesadas y cargantes en las que se basa la perfumería moderna.
En la página web Fragantica, poniendo en el buscador su nombre, se pueden encontrar sus obras completas. Algunas de ellas se pueden comprar a precios nada escandalosos por internet.