La obra ‘Lo Invisible Habitado’ lleva residiendo en la Iglesia de Torralba (Mallorca) desde hace unos cinco meses. Y lo hace en forma de representación artística de la espiritualidad y del recorrido autobiográfico por las partes del proceso creativo de Piro. En base a esa idea, el artista quiso llevar la instalación a otra dimensión, de la mano de Table Alchemist y la chef Ángela Gimeno, con una cena para habitar dentro del templo desacralizado.
Por primera vez en la historia, el 15 de noviembre, el espacio divino se transformó para acoger una cena inmersiva que conectó el arte con la gastronomía y la espiritualidad, llevando a los comensales a través de un recorrido inspirado en la propia obra. La experiencia se concibió como una extensión culinaria del proyecto con el que adentrarse de lleno en cada una de las pinturas del creativo a raíz del sonido, la iluminación o los platos.
Charisma (The Alchemist Table) fue el encargado de dirigir toda la escenografía, integrando dinámicas con las que conectar al público con la obra y su historia. De manera paralela, Ángela Gimeno se encargó de reflejar esa sinergia a través de un menú degustación de cinco pases y un postre inspirados en los cinco capítulos de la instalación (impulsivo / meditativo / expansión / regreso / altar central). Todos ellos elaborados con productos locales y de temporada de Mallorca, junto a un maridaje de vinos de la isla.
Esta cena exclusiva, embellecida con piezas lumínicas y escultóricas, acogió a más de 90 invitados, entre artistas, músicos, actores, creadores de contenido o personalidades del mundo cultural, los cuales pudieron apreciar la obra culinaria desde la mesa a través de platos que se planteaban como un diálogo con el color, el gesto y la narrativa de la instalación.
La música en directo acabó de cerrar el círculo y elevar la experiencia con un concierto íntimo del guitarrista flamenco Paco Soto, que acompañó la velada añadiéndole una capa emocional a su narrativa.
Tras el éxito del evento piloto, a partir de enero de 2026 se abrirá un calendario de cenas más íntimas dentro de la misma instalación, con aforos reducidos de 15 comensales, donde será posible reservar una plaza y vivir una experiencia más personal y profunda en este espacio único de Mallorca. Estas futuras cenas unirán nuevamente gastronomía, arte, música y diseño sensorial, consolidando la Iglesia de Torralba como un nuevo punto de encuentro para la cultura contemporánea en la isla.
