Navarra es un destino que siempre sorprende. No está masificado, es sostenible, seguro, con una diversidad apabullante en su territorio y paisaje (hay desierto, el de las Bardenas Reales, y hay selva, la de Irati), riqueza cultural y altos niveles de calidad en lo que a gastronomía se refiere. Porque en esta tierra el gusto por comer y beber bien se lleva en la sangre, muestra de ello son las siete Denominaciones de Origen y las seis Indicaciones Geográficas Protegidas que tiene la Comunidad Foral. Por eso, aquí el producto se cuida desde la tierra para dar con generosas alcachofas, espárragos, setas, borrajas o pimientos. También crecen fuertes las viñas de las que brotan uvas que resultan en vinos blancos, rosados, tintos y espumosos reconocidos.
Pero si hay un producto que merece nuestra atención, ese es el queso, que en Navarra se elabora con mimo para crear cientos de ellos, algunos bajo los sellos de calidad Denominación de Origen Roncal y Denominación de Origen Idiazabal. Su producción está íntimamente ligada a la cultura y a las tradiciones centenarias que, además de ayudar a fijar la población, genera economía en los pueblos. Para conocer la tradición quesera navarra, nada mejor que organizar una escapada de invierno o primavera con visita a alguna quesería incluida; será didáctico y delicioso. Aquí van algunas ideas: se puede conocer de primera mano cómo es el proceso de elaboración de quesos, pasear con los corderos en la pradera y aprender a ordeñar a mano en las faldas de las Malloas; caminar por los alrededores y visitar una granja con la Ruta del queso en el Valle de Araitz, además de catar cuatro tipos y culminar con la degustación del “menú del pastor” en el pueblo de Uztegi; o realizar una visita guiada a la quesería Kortariko Borda para aprender del proceso artesanal de elaboración y contemplar el emocionante trabajo tradicional de los perros pastores con ovejas.


Experiencias que prometen dejar tanta huella que una visita no será suficiente. Para esos casos, mejor apuntar algunas de las citas gastronómicas destacadas como el Artzai Eguna, o el Día del Pastor, que se celebra el último domingo de agosto, el Día del Queso Roncal en junio –el primero en conseguir una D.O. en España–, el Idiazabal Eguna, en el que sentir la pasión que levanta este famoso queso, y el Día del Pastor de Améscoa, en el que conocer mejor el pastoreo como forma de vida en Tierra Estella.