El café se asociaba en los años 80 a determinados riesgos cardiovasculares, explica el célebre científico británico Tim Spector en una entrevista con The Telegraph. En ella, declina y revierte esa idea a través de bases científicas con las que ilustra todos los beneficios que tiene para la salud.
Los últimos estudios al respecto demuestran que aquellos que consumen café a diario tienen un 30% menos de riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Además, la bebida protege la microbiota intestinal, favoreciendo el equilibrio digestivo. ¿Cómo? Con una taza de café filtrado que aporta 1,5 gramos de fibra soluble. “Los bebedores de café tienen un microbioma intestinal más diverso que los no bebedores de café”, confiesa.
Otro de los efectos clave en los que se enfatiza en su investigación sería en el valor antioxidante del café al liberar polifenoles (como los ácidos clorogénicos), que ayudan a desinflamar y a reducir el estrés oxidativo. Además, al estar fermentado, éste aporta probióticos a la flora intestinal.
Todos esos beneficios se suman a otros más conocidos, e instantáneos, como la mejora de la concentración, la energía y el estado de ánimo. Eso sí, los expertos recomiendan no excederse, y consumir un máximo de dos o tres tazas al día, dependiendo de la persona.