Son parecidos pero no iguales, como casi toda comparación que hagamos, sea del ámbito que sea, y justo por eso surge la falsa creencia de pensar que hablamos de las mismas personas cuando hacemos referencia a un vegano y a un vegetariano. Y nada más lejos de la realidad, uno tiene más restricciones en las comidas que el otro, aunque preservan su respeto por los animales.
Cada vez es mayor la cantidad de información que nos llega al día a día sobre un tipo de comida u otro, formas de alimentarse o productos presentes en el mercado para satisfacer todo tipo de paladares y creencias. Pero también tendemos a caer en el error que todo exceso de información siempre provoca: confundir términos y mezclar ideas.
Y si ya metemos en la misma frase dos palabras que por oído suenan igual, la confusión es mayor. Esto pasa con vegano y vegetariano, dos nombres parecidos pero no iguales. Ambas ideas comparten el respeto por los animales a la hora de servir un plato en la mesa, pero tienen más diferencias que similitudes.
Te contamos qué tipo de religión alimentario predican cada uno para que la confusión ya no sea cosa tuya.
Si estamos ante un vegano, estaremos ante una persona con más restricciones alimentarias que, por ejemplo, un vegetariano. Tienen bases similares y, aunque ambas no permitan el consumo de alimentos del reino animal, la vegana excluye también productos como los huevos y lácteos y la miel, al provenir de las abejas.
La alimentación vegana es igual de válida que la vegetariana, y estas dos igual de buena que otras que admitan más alimentos. Más que hablar de dietas, vendría mejor hablar de cultura y ética porque se entiende más como un culto a los animales.
El veganismo tiene una característica fundamental: los alimentos se cocinan a una temperatura superior a los 45º para mantener vivas las propiedades nutricionales de los alimentos. Así, no habrá carencias nutritivas.
Por el contrario, si hablamos de vegetariano, estaremos hablando de personas que siguen una dieta y no un culto. ¿Por qué? Porque sólo excluyen de su alimentación los productos que derivan de animales muertos, carnes y pescados, pero sí se permiten consumir lácteos, huevos y miel. Esto es, se consumen alimento de origen animal pero sin haber tenido que matarlos para su consumo.
La comida vegetariana suela estar cocinada ecológicamente para tomar la versión más light de esos productos.
En definitiva, la comida vegana y vegetariana sólo tienen en común el respeto al mundo animal y la ingesta de otros alimentos como verduras, frutas, legumbres y frutos secos, entre otros.