Gastro

La ciencia tiene las claves para crear la salsa de cacio e pepe perfecta

Un elenco de científicos italianos llevaron a cabo una investigación clave en torno al cacio e pepe.

Getty Images

Lejos de las formalidades de los clásicos Nobel, los Ig Nobel recurren a la parodia para reconocer logros de grupos científicos que ‘primero hacen reír a la gente y luego hacen pensar’. Con el humor en el núcleo de la gala, estos premios ponen el foco en reconocen estudios poco convencionales de todo el mundo que aguardan un trasfondo de rigor científico.

Entre estudios de medicina para prolongar la vida u otros vinculados al ecosistema, un grupo de investigadores italianos del Instituto Max Planck de Física de Sistemas Complejos, de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria se alinearon para crear el plato perfecto de cacio e pepe.

La ceremonia anual organizada por la revista científica Annals, celebrada en Harvard y el MIT, reconoció a los ganadores, señalando que su selección se basa -a pesar de la comedia intrínseca- en los avances de los trabajos científicos. En ella, los ganadores disponen de 60 segundos para explicar el proyecto, en muchas ocasiones mediante sketches o canciones que conectan con el espíritu de la gala. Sin embargo, al día siguiente del evento, los premiados se reúnen en un salón en el que dan charlas y responden preguntas acerca de sus investigaciones.

El mismo procedimiento es el que seguirán los físicos italianos que se subieron al podio en la categoría de «Física» «por sus descubrimientos sobre la física de la salsa para pasta, especialmente la transición de fase que puede provocar la formación de grumos, lo que puede resultar desagradable».

El estudio tenía como objetivo comprender cómo crear la textura y cremosidad perfectas de la salsa. Descubrieron entonces que la clave reside en el «comportamiento de fase» de la salsa cacio e pepe, así como en «esperar un tiempo antes de mezclar el agua y el queso, para dejar que el agua se enfríe». Esto se debe a que las altas proteínas del queso pueden formar grumos al desnaturalizarse o simplemente aglutinarse, arruinando de manera instantánea la salsa.