Toma Nota

Kilos de más porque el papel lo requiere

No solo nosotros ganamos y perdemos peso según la estación del año, o según de nuestro humor en dadas partes del año. Las celebrities y los famosos también lo hacen. Pero hay algunos de ellos que lo hacen por exigencias del guión. Muchas veces, actores y actrices deben someterse a dietas estrictas – ya sea tanto para ganar peso como para perderlo – porque los personajes a los que interpretarán requerirán de cierta forma física que no se asemeja a la que ellos tienen en este momento. Estas dietas están casi siempre supervisadas por nutricionistas y entrenadores especializados y se sigue muy de cerca tanto la alimentación como el ejercicio. Incluso, en muchos casos, estos procesos “yo-yo” pueden ser perjudiciales, por eso es bueno tener profesionales detrás y hacerlo solamente si el guión lo exije. Hoy hablamos de algunos ejemplos de actores y actrices que tuvieron que ganar o perder mucho peso para meterse en el papel del personaje al que interpretaban.

Jake Gyllenhaal tuvo que engordar unos 10 kilos y ponerse en – bastante buena – forma física para interpretar al atlético y de cuerpo escultural Príncipe de Persia (2010). La película basada en un videojuego, narra las historias de un príncipe de la antigua civilización persa que tiene ciertos poderes con el tiempo – puede pararlo durante unos segundos, retrasarlo o también adelantarlo.

Renée Zellweger tuvo que engordar también unos 13 kilos las dos veces que interpretó a la insegura Bridget Jones en las dos películas de la misma, “El diario de Bridget Jones” (2001) y “El diario de Bridget Jones 2: Sobreviviré” (2004). Renée Zellweger tuvo que engordar para hacer más realista la interpretación de la solterona de 32 británica por excelencia con muchas inseguridades y complejos.

Edward Norton también engordó – esta vez más que kilos de más fueron músculos de más –unos 15 kilos de pura fibra para interpretar al personaje nazi, racista y skinhead Derek Vinyard en American History X (1998). No sólo cambió en cuanto a su cuerpo, con la cabeza rapada y la barba, Edward Norton parecía otra persona completamente distinta. ¡Los mejores actores son los más camaleónicos!

Gerard Butler también ganó unos cuantos kilos – y muchos más músculos – para poder meterse en el papel de su personaje en la película 300 (2006), el esbelto y temeroso rey Leonidas. Lo consiguió con una buena rutina de ejercicios diarios. Un cambio digno de un spartano.

La guapísima Charlize Theron engordó unos 15 kilos para interpretar a la prostituta y asesina en serie Aileen Wuornos en la película Monster (2003). Esta dieta no solamente le supo bien porque pudo comer mucho más, le supo aún mejor porque este papel le valió su primer y hasta la fecha único Oscar.

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