Desde 2010, la marca Glenmorangie elabora cada año un whisky único y con propiedades poco comunes con el que deleitar a los amantes del los whiskies de malta. Y este año no iba a ser menos. Por ello, lanza Milsean, el primer Scotch Whisky de la destilería del grupo LVMH envejecido en barricas de vino.
Milsean, que en gaélico significa “dulce”, forma parte de la premiada Private Edition, una galardonada serie especial que cada año ofrece a los fanáticos del whisky, una oportunidad para experimentar un single malt excepcional.
Su proceso no es como los whiskies tradicionales, ya que primero se envejece en barricas de roble que previamente han contenido bourbon y, después, maduran durante varios años en barricas que anteriormente han contenido vino tinto. Un proceso aparentemente normal pero que después sorprende mucho en nariz y boca. ¿El motivo? Que las barricas utilizadas para la conservación han sido fuertemente tostadas aportándole otros matices entre los que destacamos las notas dulces.
«Un vaso de Glenmorangie Milsean me transporta directamente a una antigua tienda de golosinas, con su lado dulce y picante de notas de caña de azúcar, frutas maduras y caramelo”, explicaba el Dr. Bill Lumsen Director de Destilación y Creación de Whisky de Glenmorangie. Un whisky sin flitrar, de color cobrizo, con toques de cereza, angélica y cáscara de naranja que se fusiona con el toque de las frutas caramelizadas, el jengibre y el azúcar moreno.
