Ese corazón amarillo que brilla en el packaging de algunos alimentos es el sello de garantía agroalimentario más conocido por los consumidores españoles. Hablamos de Tierra de Sabor, la marca de garantía que se lanzó en el 2009 desde Castilla y León para destacar aquellos alimentos que tienen tradición, historia y unos productores detrás que cuentan con nombre y apellidos. Porque en esta tierra la riqueza natural habla por sí sola: los campos se despliegan como un manto dorado, las dehesas transmiten su templanza y los viñedos, orgullosos, se levantan sobre sí mismos para regalar deliciosos vinos.
En total son ya cerca de 900 empresas y 6.000 productos los que forman parte de esta gran familia que no deja de crecer. Porque Tierra de Sabor nació con el objetivo de impulsar la notoriedad y el prestigio del sector agroalimentario de la comunidad y en estos 16 años se ha convertido en una gran marca de dimensión nacional. Y es que cada vez tenemos más interés por saber qué es lo que comemos, y este sello garantiza el origen –trazabilidad–, la excelencia –calidad de las materias primas y del proceso de elaboración– y la artesanía de cada alimento. Cabe destacar que el 95% de las empresas adheridas a la marca se encuentran ubicadas en el medio rural, de tal forma que se contribuye al desarrollo económico sostenible, así como al asentamiento de la población en los entornos alejados de las capitales y grandes ciudades.
En cualquier caso, se trata de carnes, vinos, derivados de cereales, lácteos, frutas y hortalizas, y legumbres, entre otras, que salen al mercado luciendo orgullo de tierra y corazón. Porque Tierra de Sabor es un sello de garantía, pero también la elección de un estilo de vida en el que es fundamental valorar el alimento desde su origen hasta el producto que llega a tu hogar, teniendo la certeza de que ha sido elaborado bajo una seguridad alimentaria máxima.