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El café de la mañana nos hace más felices

La ciencia confirma el impacto emocional de la bebida en nuestro estado de ánimo.

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Los estudios científicos en torno a los efectos del café en nuestro organismo tienen mucho que ver con el estado de ánimo. Una nueva investigación, llevada a cabo por la Universidad de Warwick y la de Bielefeld (Alemania) ha demostrado cómo la bebida nos estimula emocionalmente, sobre todo, por la mañana.

Las Universidades realizaron el estudio observando cómo éste influía en el estado anímico de más de 236 personas de entre 18 y 29 años, durante un máximo de cuatro semanas cada una. Durante el proceso, éstas iban recibiendo mensajes constantes en los que les preguntaban cómo se sentían en cada momento. Al final de la investigación, descubrieron que los consumidores de cafeína informaban de una mejora en el estado de ánimo tras tomar una taza de café en las primeras horas del día.

«La cafeína actúa bloqueando los receptores de adenosina, lo que puede aumentar la actividad de la dopamina en regiones clave del cerebro, un efecto que los estudios han relacionado con la mejora del estado de ánimo y un mayor estado de alerta», expresa la profesora Anu Realo, del departamento de Psicología de la Universidad de Warwick.

Los investigadores exploraron, de igual forma, los efectos del café en distintas personas que experimentaban niveles más altos de ansiedad o problemas de insomnio. Justin Hachenberger, de la Universidad de Bielefeld y primer autor del estudio, afirmó al respecto: «Nos sorprendió un poco no encontrar diferencias entre personas con distintos niveles de consumo de cafeína o distintos grados de síntomas depresivos, ansiedad o problemas de sueño. La relación entre el consumo de cafeína y las emociones positivas o negativas fue bastante consistente en todos los grupos». Sin embargo, a pesar de los resultados positivos, advirtieron que su consumo excesivo puede desencadenar problemas en la salud.

Tras dar con los resultados a partir de 28.000 informes, el reporte se publicó en Nature Scientific Reports, demostrando asimismo que los efectos positivos disminuían cuando la persona bebía café en compañía de otras personas. Los científicos llegaron a la conclusión de que la interacción social ya se eleva por sí sola con las personas a través de la oxitocina, por lo que una taza de café no puede potenciar (aún más) ese estado.