Grupo Leche Celta, empresa de origen gallego perteneciente a la multinacional portuguesa Lactogal Productos Alimentares, invertirá 13 millones de euros en una nueva planta dentro de la fábrica de quesos con que cuenta en Ávila y que comenzará su producción en el primer trimestre de 2024.
La factoría creará más de 30 nuevos empleos, que se sumarán a los que cuenta la lácetea en Ávila en la actualidad, según ha informado la compañía.
La empresa ha destacado que «refuerza su apuesta por la diversificación de sus productos lácteos reforzándose en el segmento de lácteos sólidos, que saldrán al mercado tanto con marca propia como para marcas de distribución».
La nueva planta, que supone una de las mayores inversiones de la empresa hasta la fecha, producirá queso blanco pasteurizado, tipo crema y quesos fundidos, con una capacidad de producción en la primera fase de 12.000 toneladas.
La factoría se implementará con las últimas tecnologías y contará con una sala de proceso para la preparación de los diferentes productos, una sala de envasado con las líneas de llenado, packaging y paletizado de los productos, además de las adecuaciones en las infraestructuras industriales necesarias de soporte.
A lo largo de este mes se iniciarán las pruebas de producto en envases primarios y se espera que la producción comercial comience en el primer trimestre de 2024.
Con esta inversión, de gran importancia estratégica para la empresa, se complementa la cadena de valor de la leche, ya que contribuye a aumentar el valor añadido de este producto mediante la elaboración de quesos.
El proyecto forma parte del lanzamiento de nuevos formatos para productos lácteos líquidos con formas novedosas en el mercado y con un marcado componente de sostenibilidad, ya que implicarán reducción de huella hídrica y reducciones en la huella de carbono, según Grupo Leche Celta.
También se contempla una nueva línea de envasado de mantequillas en diferentes formatos que irán desde los 100 gramos hasta el kilo.
Estas mejoras e inversiones en sus plantas existentes en España, sumado a los 13 millones de euros destinados a la planta de Ávila, suponen una inversión global de 23 millones de euros.