El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, ha visitado este jueves la nueva planta productiva de frutos secos Grefusa en Alzira (Valencia), en la que la compañía ha invertido 13 millones de euros, donde ha destacado la apuesta por la innovación y la mejora de la competitividad de la empresa, que ha conseguido situarse como líder en España y Europa en la producción de frutos secos, snacks y horneados.
Durante el acto, Puig ha agradecido a la familia Gregori y al conjunto del empresariado del sistema agroalimentario su contribución a la generación de empleo, «cada vez de mayor calidad», y su compromiso por mantener su vinculación con la Comunitat Valenciana, según ha informado la Generalitat en un comunicado. En la visita también han participado los consellers de Hacienda y Modelo Económico, Arcadi España, y de Economía, Rafa Climent.
El sector agroalimentario de la Comunitat Valenciana representa el 20,2% del total de exportaciones de bienes y cuenta con un clúster de industrias vanguardistas en España, según ha destacado Puig.
Grefusa ha puesto en marcha esta nueva fábrica en Alzira, destinada a la elaboración de frutos secos, después de adquirir en 2018 Frutorra, líder en este segmento en Portugal, y realizar una alianza con el grupo alemán Intersnack, número uno en frutos secos a nivel europeo.
Grefusa ha realizado una inversión de más de 13 millones de euros. Construida en un espacio anexo a la conocida planta industrial de la localidad, cuenta con una extensión de más de 9.500 metros cuadrados y líneas de producción innovadoras que permiten la fritura, tostado, mezclado o clusterizado de los ingredientes para ofrecer un producto innovador y sorprendente a los consumidores. Asimismo, dispone de los más altos estándares de seguridad alimentaria, garantizando así la separación de alérgenos para evitar la contaminación cruzada.
Según Agustín Gregori, consejero delegado de Grefusa, «la innovación que hemos aplicado en este centro supone un paso más en nuestra estrategia productiva. Nos permite avanzar firmemente para convertirnos en un actor relevante en la categoría de los frutos secos y adentrarnos en nuevos territorios; pero también, nos ayudará en nuestra política de dejar huella positiva en nuestro entorno».
La nueva planta industrial está construida bajo los criterios de las normativas AIB e IFS de seguridad alimentaria y para ser energéticamente eficiente, con una reducción del consumo de energía en un 20% durante 2023 y disminuirá el consumo de agua y desperdicio alimentario, según la compañía.
«En Grefusa dejamos huella positiva en todo lo que hacemos, pensando en nuestra comunidad. Ligamos nuestro crecimiento a Alzira, ciudad que nos ha visto pasar de tostar cacahuetes en un horno de pan a poseer dos de las fábricas europeas más punteras a nivel tecnológico», ha explicado Agustín Gregori.
«Somos líderes en la producción de snacks y esta nueva fábrica nos permitirá continuar creciendo dentro del segmento de los frutos secos con productos innovadores que sorprenden y hacen disfrutar a nuestros consumidores», ha manifestado.