España se mantiene como el tercer país de la Unión Europea con más restricciones para la implantación y el ejercicio de la actividad comercial, tan sólo superada por Francia y Austria y al mismo nivel que Alemania, según los datos del último ‘Retail Restrictiveness Index’, publicado por la Comisión Europea.
El informe señala que España no ha mejorado su situación respecto al anterior informe, realizado en 2018, y mantiene restricciones especialmente severas para el ejercicio de la actividad, donde sólo Francia supera a España.
En concreto, en horarios comerciales tan solo Alemania y Austria tienen un nivel superior de restricciones que España. Una anomalía si se tiene en cuenta que 11 países de la UE ya disponen de plena libertad de horarios comerciales y otros cinco gozan de una flexibilidad casi completa, según precisan desde Anged.
De esta forma, a excepción de la Comunidad de Madrid, donde el comercio puede escoger los días y horarios de apertura, la mayor parte de las regiones mantienen un régimen de 10 domingos y festivos de
apertura autorizada al año.
Pese a los avances que se han producido más recientemente en Andalucía y Murcia, con 16 domingos y festivos comerciales, y en algunas zonas de gran afluencia turística como las de las grandes ciudades valencianas, las andaluzas o en Barcelona, la realidad es que buena parte de las tiendas están cerradas por ley 52 días al año.
De esta forma, Anged lamenta que durante casi dos meses el comercio
físico español no puede competir en igualdad de condiciones con el ‘ecommerce’, que ha crecido un 80% en facturación desde la pandemia.
Respecto a los impuestos específicos que gravan la actividad comercial, solo Francia y Portugal tienen una fiscalidad más dura para el sector que España, donde existe un Impuesto sobre los Grandes Establecimientos Comerciales en varias comunidades autónomas. Otros dos Estados, Hungría y Polonia, obtienen la misma puntuación negativa que España.
Sin embargo, en el lado positivo, los datos que han mejorado para España entre 2018 y 2022 son el relativo a la longitud de los procedimientos para autorizar la implantación (pasa de un valor de 3 a 1,50) y el relativo a las promociones de ventas (de 2,10 a 1,20).
En el último informe sobre España del semestre europeo, Bruselas ya señalaba al comercio minorista como uno de los sectores más perjudicados por la falta de unidad de mercado.
Así, señala que en determinadas comunidades autónomas, las «barreras regulatorias en el comercio minorista siguen obstaculizando la competencia». «España se encuentra entre los Estados miembros más restrictivos en lo que respecta a los marcos regulatorios minoristas, en particular para las operaciones minoristas», consta en el informe.