El 60% de las empresas del gran consumo prevé que la actual caída en los volúmenes de compra se mantendrá durante todo el año, según constata el sondeo de Aecoc entre 75 empresas del sector -con una cuota de mercado del 90% entre la distribución- presentado en el 28º Congreso de Estrategia Comercial y Marketing.
En concreto, el 38,9% de los distribuidores anticipa que cerrará este año con una caída en los volúmenes de compra de hasta el 5%, mientras que un 27,8% prevé que la demanda se estancará. En cambio, el 33,3% restante proyecta crecer en volumen, según ha avanzado la gerente de Estrategia Comercial y Marketing de Aecoc, Rosario Pedrosa.
Mientras que las perspectivas de los fabricantes se encuentran en la misma línea, ya que un 56% apunta a caídas en los volúmenes de venta de hasta el 10%, mientras que un 14% espera resultados similares a los de 2022 y el 29,7% pronostica crecer.
Respecto a cómo esperan cerrar el ejercicio, las empresas del sector del gran consumo prevén cerrar con crecimientos en la facturación. «El 61% de las distribución es más optimista que se cerrará por encima de lo previso, frente a un 54% de los fabricantes que tienen la misma opinión», ha subrayado.
«El precio es actualmente el factor decisivo en las decisiones de compra y eso está afectando a los volúmenes. La prioridad de fabricantes y distribuidores es recuperar la demanda, por lo que, previsiblemente, veremos más promociones en el segundo semestre del año», ha explicado Pedrosa.
Respecto a los desafíos que encara el sector, entre las mayores preocupaciones, el 80% destaca la tendencia al ahorro en el consumo por parte de los españoles, que está afectando a los volúmenes; un 61% destaca el cambio en las tendencias del consumo por la crisis y la pérdida de poder adquisitivo por la inflación. Además, un 55% advierte de la contracción de la demanda, que se va a mantener en el proximo semestre, mientras que un 46% alerta de la situación inflacionista.
Sin embargo, el 71% ha reconocido que su «máxima preocupación» está en la pérdida de márgenes que están experimentando sus compañías, al tiempo que ha recordado que se está intentando trasladar ese impacto lo mínimo posible al consumidor.
De esta forma, el sector del gran consumo avanza que a lo largo del segundo semestre del año se vivirá un «gran dinamismo promocional», como reconoce el 44% de los distribuidores y el 52% de los fabricantes.
La gerente de estrategia comercial y marketing de Aecoc ha precisado que esta actividad promocional «va más por la preocupación de las empresas para reactivar la demanda que por el tema costes».
De cara a la campaña de verano, el sector del gran consumo se ha mostrado «optimista», ya que espera que tras la de 2022, que fue «buena», que la de 2023 sea similar a la del pasado año o incluso mejor. «Es una campaña muy importante para la distribución y es un momento donde el consumidor disfruta y esa vía de escape la usará el consumidor, algo que se notará en los resultados tanto de la industria como la distribución», ha indicado Rosario Pedrosa.
AUGE DE LA MARCA BLANCA
Por otro lado, el cambio en los hábitos de los consumidores por el impacto de la inflación se percibe con la subida de la marca blanca, que se ha vuelto a activar con fuerza hasta alcanzar en 2023 una cuota de mercado del 48% frente al 15% que tenía en 2000.
«En los últimos años con la subida de precios por la inflación está subiendo en lo que va de año, la marca blanca no cede cuota, siempre que tiene una ganancia no la pierde», ha explicado la directora para el Sur de Europa de NIQ, Patricia Daimiel.
Sin embargo, el alza de la marca blanca está impactando negativamente en la innovación. «Se está dando una contracción dramática de la innovación en un 43%, es una pena porque la innovación añade valor. Los fabricantes que la apoyan están creciendo un 1,8% más que aquellos que no lo hacen. Tenemos un mayor crecimiento cuando se trabaja la innovación», ha reiterado.
Por otro lado, Daimiel ha presentado los datos de NIQ que constatan que la caída en los volúmenes de compra en lo que va año es del 2%. Sin embargo, el consumo repuntó en abril, con un crecimiento interanual superior al 4%.
Un repunte del consumo que coincide con una ralentización destacada en el incremento medio de los precios de los productos de gran consumo en el avance de resultados registrado para el mes de abril, que se situó en el 9,5%. El dato supone un descenso de 4,7 puntos respecto a la subida del 14,2% en los precios del mes de marzo.
Respecto a la evolución del sector, los datos de la consultora muestran un crecimiento acumulado del 11,3% en valor en lo que va de año.
«En este escenario inflacionista, los hogares intentan contener su gasto, repitiendo hábitos de 2008, así hay más convivencia entre enseñas, se compra más frecuentamente, más visitas, pero cestas más pequeñas. Hay más promiscuidad, se buscan promociones y se apuesta por la marca de distribución», ha explicado Daimiel.