La directora general de Agricultura y Ganadería de la Generalitat, Elisenda Guillaumes, ha cifrado en 87.000 las aves sacrificadas en Catalunya por el caso de gripe aviar detectado en una granja de Arbeca (Lleida).
En rueda de prensa en Lleida, ha garantizado que todas las aves sacrificadas se destruirán y que han establecido controles e inspecciones para que ningún ave infectada llegue a la cadena alimentaria: «Lo quiero dejar claro para que no haya ninguna confusión de la ciudadanía a la hora de consumir» carne, huevos y derivados.
Guillaumes ha dicho que la causa del brote «puede ser un error en las medidas de bioseguridad» por la entrada de material, posiblemente paja infectada por heces de aves salvajes.
Han sacrificado 9.000 pavos de la granja infectada; 28.000 más en otras dos explotaciones que hay a menos de 3 kilómetros, y 50.000 codornices de una cuarta explotación.
En este radio de 3 kilómetros, se han contabilizado nueve explotaciones comerciales y una décima de autoconsumo, además de la granja infectada.
También están inmovilizadas todas las explotaciones avícolas y de huevos en un radio de 10 kilómetros del foco de la infección, lo cual afecta a 73 explotaciones más (entre ellas, 56 explotaciones comerciales, 2 mataderos y 1 incubadora).
Ha detallado que las explotaciones afectadas recibirán indemnizaciones: la granja-foco percibirá 60.000 euros; las otras dos explotaciones recibirán 54.000 y 46.000 euros, y la granja de codornices recibirá 19.000 euros.
«RAPIDEZ»
Gillaumes ha explicado que el pasado fin de semana el responsable de la explotación infectada notificó «síntomas y mortalidad no normales», que el lunes día 6 de febrero los animales fueron analizados y que el día siguiente, el día 7 de febrero, empezó la actuación.
Por ello, ha destacado la rapidez de la actuación y ha explicado que la declaración oficial del foco ha sido este viernes, después de que la aplicación estatal pertinente publicara los resultados de las muestras de laboratorio: «A pesar de esperar la declaración oficial, nosotros ya hemos actuado con contundencia».
El secretario de Alimentación, Carmel Mòdol, también ha trasladado un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía y ha garantizado que «no hay ninguna consecuencia» en la cadena alimentaria.
El último brote de gripe aviar que se detectó en Catalunya fue en una granja de patos en 2017 en Sant Gregori (Girona), y obligó a sacrificar 17.300 patos de engorde al aire libre.