Reportajes

Cómo abrir ostras sin morir en el intento

¿Te han avisado ya del plato con el que te vas a encontrar en la mesa mañana? Ostras. Nos lo temíamos. Muy ricas, eso si consigues abrirlas. Un trabajo que parece fácil pero ya quisiéramos ver a más de uno adentrados en semejante odisea. No te preocupes, nunca te hemos dejado tirado. Y menos en un día tan importante para tu reputación. Sigue estas instrucciones y serás el rey de las ostras.

No hace falta que nos lo digas. Sabemos lo que se siente cuando te dicen que mañana comerás ostras: una ilusión bárbara por sentirte más importante de lo que ya eras y una agonía que va creciendo a medida que piensas que harás el ridículo cuando intentes abrirlas. Eso te pasa por no habernos avisado antes, te habríamos traído la guía definitiva.

Cómo abrir ostras sin morir en el intento

Los cortes en esta odisea están casi asegurados. Para evitarlo, cubrimos la palma de la mano con un paño para sujetar más fuerte y protegernos de nosotros mismos

Cómo abrir ostras sin morir en el intento

El cuchillo es la herramienta única y fundamental para abrir las ostras: introducimos la punta del cuchillo por la parte más estrecha de la ostras (viene bien tener en mente una chirla), y vamos girando el cuchillo de una lado a otro en movimientos suaves mientras adentramos el cuchillo.

Cómo abrir ostras sin morir en el intento

Si hemos conseguido meter el cuchillo eso significa que estamos rozando el músculo de la ostra, y sólo tenemos que cortarlo.

Cómo abrir ostras sin morir en el intento

Sólo así podremos abrirlas. Y una vez abiertas, metemos el cuchillo por debajo de la “chicha” de la ostra y la desprendemos de la parte superior de la concha sin dañar el nácar.

Cómo abrir ostras sin morir en el intento

Ya sólo nos queda comérnoslas, que podemos hacerlo directamente de la concha, aderezada con limón, pimienta, o pasarla a un plato cubriéndolas de hielo para que permanezcan en buen estado.