Que todo lo guay surge en Estados Unidos es algo que no podemos negar y ante lo que no podemos luchar. Todo lo contrario, hay que aferrarse y aprovechar la oportunidad de cruzar el charco para poder probar todas las novedades pensadas por y para satisfacer a nuestro paladar.
¿La última que nos llega desde uno de los barrios de moda de Nueva York? Un cajero automático de cervezas artesanales.
Las habíamos visto especializadas principalmente en comida -cupcakes, lechuga, pizza y hasta baguettes- pero ahora The Randolph Beer instala una pared de cerveza dentro de su restaurante para que los clientes se sirvan cervezas al gusto y combinen sus platos favoritos. ¿Genialidad? Toda.
Consta de un total de 24 cervezas artesanales, la mitad de ellas pertenecientes a cervecerías locales de Nueva York, y cada una de ellas está etiquetada con el nombre, el cervecero, país de origen, porcentaje de alcohol y sabor para que puedas volverte todo un experto. El mecanismo es muy simple: con una tarjeta que previamente te hace un vendedor en la caja seleccionas en los lectoras la cerveza que te gustaría probar. Eliges la medida y en un vaso del tamaño de las cerveza que pusiste en el dispensador te sirves todas las veces que quiera.
Una vez hayas disfrutado de toda la que querías y decidas que es momento de parar le das tu tarjeta a uno de los encargados del local para que te las cobre.
Fácil, sencillo y genial para hacerte todo un experto en cervecería.