Puede que hoy se celebre el día más romántico del año, de compartir con tu pareja una cena o un momento muy especial. Ahora bien, si estás soltero y te apetece darte un pequeño homenaje casero – porque no, no te apetece salir de casa para nada- hemos pensado que puedes echar un par de horillas en la cocina para hacer una cenita rica acompañada de un sabroso pan en el que untar todo lo que se te ocurra.
¿Te atreves?
Ingredientes:
- 175 g de dátiles secos sin hueso
- 50 g de orejones de albaricoque
- 175 g de mantequilla + un poco para el molde
- 175 g de azúcar moreno
- La cáscara rallada fina de 1 naranja
- 1 huevo batido ligeramente
- 100 g de harina de trigo
- 125 g de harina de trigo integral
- 1cucharadita de café de levadura química
- 1 pizca generosa de nuez moscada rallada
- 1 pizca de canela molida
- 50 g de nueces de pecana
- 1 ½ soperas de semillas de chía + ½ cucharada sopera
Modo de preparación:
En un cazo, sumergir los dátiles y los albaricoques en 125 ml de agua y llevar a ebullición. Bajar el fuego y cocer 15 minutos a fuego lento. Dejar enfriar en el agua. Precalentar el horno a 180 grados.
Untar con mantequilla un molde de bizcocho rectangular de 12 x 22 x 6 cm y forrar con papel vegetal. Derretir la mantequilla y dejarla enfriar un poco antes de echarla sobre los dátiles y los albaricoques. Añadir el azúcar moreno y luego la cáscara de naranja y el huevo batido. En una ensaladera, tamizar las harinas juntas y agregar el salvado que haya quedado en el tamiz. Añadir la levadura, la nuez moscada, la canela, las nueces de pacana picadas en trozos grandes y las semillas de chía.
Agregar los ingredientes secos mezclando cuidadosamente con una cuchara. Echar la masa en el molde de bizcocho y espolvorear semillas de chía por encima. Hornear durante 75 minutos.
Comprobar la cocción con la punta de un cuchillo, que debe salir seca. Dejar enfriar 10 minutos antes de desmoldar el pan sobre una rejilla. Retirar el papel y volver a poner el pan del derecho. Dejar que se enfríe completamente.
©Lunwerg