Si el Bernabéu es el templo del fútbol, ahora también aspira a serlo del picoteo. Debajo de la Puerta 54, donde antes no pasaba nada y ahora pasa de todo, ha nacido Bernabéu Market, un espacio gastronómico de 3.000 metros cuadrados que funciona como universo paralelo al estadio. Entre las veinte propuestas que conviven allí, PerretxiCo destaca con una barra de 27 metros que convierte la espera en parte del plan.
Para Josean Merino, fundador del proyecto con Estíbaliz Pérez, esta apertura no es una más en el calendario, es un punto de inflexión. Bernabéu Market tiene la mezcla exacta que busca la marca: movimiento constante, planes espontáneos y gente que viene sin citas previas ni manual de instrucciones. Un lugar donde la barra, y no el postureo, es el centro de operaciones.
Este acontecimiento coincide con un reajuste importante dentro del Grupo Hirviendo. Merino ha revisado el crecimiento del proyecto para reforzar la esencia de su marca, espacios sin rigideces, ritmo vivo y una propuesta que permite llegar a cualquier hora sin sentir que hay que cumplir un protocolo. El cambio también atiende a una realidad del sector, trabajar con formatos ágiles y bien resueltos permite afrontar mejor un momento en el que a veces falta personal, aunque nunca falten ganas.
En el nuevo local del Bernabéu convive todo lo que define a PerretxiCo con la manera de disfrutar de un público que prioriza pasarlo bien a cualquier formalidad. Los precios siguen en esa franja que invita a volver (entre 20 y 35 euros) y el ambiente no exige ocasiones especiales, aquí se entra porque apetece, se comparte porque sí y se alarga la charla sin pedir permiso.
Y aunque el estadio concentra ahora todos los focos, no se trata de un punto y final, sino de una plataforma de impulso. Madrid sigue teniendo potencial, especialmente al sur, y otras ciudades del norte empiezan a aparecer en los planes de Josean Merino.
