La ciencia está reconsiderando el uso de los residuos de café como un método con el que hacer que el cemento sea aun más resistente, según un estudio publicado en la revista Journal of Cleaner Production. A lo largo de los últimos años se ha investigado acerca del potencial del café como material de construcción, dando lugar a un efectivo sistema de reciclaje con el que evitar los deshechos de los restos de café, contaminantes para el medio ambiente.
«La eliminación de los posos de café usados en los vertederos no es segura, como ocurre con la mayoría de los residuos orgánicos, porque el riesgo de combustión espontánea es bastante alto y, además, puede producirse una producción excesiva de metano y dióxido de carbono nocivos, que contribuyen a la contaminación atmosférica general», expresan acerca de sus efectos perjudiciales para el planeta.
Pero ¿en qué consiste realmente el proceso? El equipo lo explica a través del método «pirólisis», que alude a la descomposición de la materia orgánica a altas temperaturas mientras se le priva de oxígeno. Este proceso convierte los residuos en un material llamado «biocarbón», que al ser rico en carbono y poroso permite mezclarlo fácilmente con los demás ingredientes utilizados en el cemento.
Los resultados demostraron el impacto positivo y significativo que pueden tener los posos de café en el medio ambiente. Además, según ScienceAlert, y un estudio realizado por ingenieros australianos, los posos podrían hacer que el hormigón fuera hasta un 30 % más resistente.
«La extracción continua de arena natural en todo el mundo, que suele obtenerse de los lechos y riberas de los ríos, para satisfacer la creciente demanda de la industria de la construcción tiene un gran impacto en el medio ambiente», afirmó en un comunicado el profesor Jie Li, jefe del equipo del proyecto. «Existen retos críticos y duraderos para mantener un suministro sostenible de arena debido a la naturaleza finita de los recursos y al impacto medioambiental de la extracción de arena… Con un enfoque de economía circular, podríamos evitar que los residuos orgánicos acabaran en los vertederos y también preservar mejor nuestros recursos naturales, como la arena».