Gastro

La moda de los pasteles vintage continúa

La era dorada de estas obras dulces parece no terminar nunca.

Dentro de la escena repostera actual sobresale una nueva generación de pasteleros que se decantan por la estética barroca y romántica a la hora de crear sus pasteles: una técnica cada vez más extendida con la que modernizar los postres tradicionales mediante técnicas innovadoras y un estilo retro y arquitectónico.

La inspiración de las tartas vintage se basa en el glamour y la ostentación de la era rococó francesa de mediados del siglo XVIII, y presenta un banquete sugerente de pasteles con volantes y siluetas de corazón embellecidas con cerezas, perlas y ribetes. Se trata de una corriente que aboga por la elevación de la tarta en pisos, adornadas con flores, remolinos de crema de mantequilla y elegantes letras cursivas.

Este tipo de decoración, que diluye el minimalismo para ilustrar el lujo y la ostentación, se le debe en gran parte a Joseph Lambeth, autor del clásico ‘Lambeth Method of Cake Decorating and Practical Pastries’, publicado originalmente en 1934. Su técnica, que juega con capas de glasa real para crear volúmenes y relieves casi arquitectónicos, sentó las bases de este estilo que también se asocia a la excentricidad de los años 70 y 80 cuando los pasteles parecían competir en dramatismo con los vestidos de novia: cargados de volantes, encajes y volumen.

Tras un primer apogeo en los años 30 y un revival hacia finales del siglo XX, los pasteles al estilo Lambeth fueron desplazados por la llegada del fondant y su acabado liso, impulsado por programas como ‘Ace of Cakes’, que debutó en 2006. No obstante, siguiendo el ciclo de tendencias, esta estética recargada regresaría con versiones en crema de mantequilla e inscripciones dulces e irreverentes.

Los pasteles vintage llevan permaneciendo así en lo alto del estrado en la pastelería desde hace muchos años haciendo que ese ‘boom’ o tendencia se transforme en un concepto atemporal en el mundo de la repostería.