Gastro

Ángel León ancla su nuevo restaurante marítimo en Sudáfrica

El chef se expande a nivel internacional con la apertura de su primer restaurante fuera de España.

La misteriosa belleza y la biodiversidad del océano inspiran la creación del nuevo reino marítimo de Ángel León en Ciudad del Cabo. Basándose en el arraigo en la tradición y el respeto por la naturaleza, el chef sumerge al comensal en una experiencia inmersiva a raíz de su primer restaurante internacional Amura.

Situado dentro del hotel Mount Nelson, el espacio gastronómico se concibe como un tributo al océano con el que explora la riqueza de su interior a través de un viaje sensorial por las profundidades marítimas. “Desde España hasta Sudáfrica fluye una antigua corriente de sal y viento, comercio y tradición. El lugar de nacimiento del chef Ángel León fue en su día la puerta de entrada a Oriente, mientras que el cabo de Buena Esperanza era una parada vital para los barcos que cruzaban la punta de África. Amura nace de este puente marítimo invisible. A través del pescado fermentado, los caldos especiados, la cocina al fuego y un profundo respeto por el océano, celebra el legado gastronómico compartido entre Andalucía y África.”

Bautizado como Amura, en referencia a la proa del barco, el restaurante conecta dos países y dos cocinas en la que las raíces españolas se entrelazan con los ingredientes sudafricanos. “Nuestro menú es un homenaje a este legado marítimo compartido. Al pescado salado y a las fermentaciones costeras, que hablan el mismo lenguaje ancestral. A las especias que cruzaron los océanos, al igual que nuestros antepasados. A los caldos, las llamas, los vinagres y las tradiciones de conservación que resuenan en ambas costas. A las historias que viajan sin fronteras, llevadas por el viento y las olas”, explica Ángel León.

La belleza del océano

El patrimonio local del Cabo alimenta toda la propuesta en la que destacan el marisco y los productos de temporada para extraer del mar tesoros olvidados como el plancton o las plantas halófilas, y reinventarlos a través de la alta cocina.

El mar se funde asimismo con el interior del local, evocando la majestuosidad y el misterio de la costa de Ciudad del Cabo en una sala que imita el fondo del océano, entre tonos verdes intensos que se entremezclan con materiales como la madera cálida y el bronce para infundir elegancia en el espacio.