El coleccionismo de antigüedades abre todo un mundo para aquellos a los que les gusta poseer y darle valor al pasado de manera material. La botella de jarabe para soda del sello California Grapine ha sido un ejemplo de cómo un producto simple y aparentemente inocuo puede convertirse en un objeto de mucho valor.
La web Antique Advertising, dedicada a publicar el precio de los artículos antiguos vendidos en subastas, la tiene colgada con orgullo en su expositor virtual. ¿El precio de venta? la friolera de 12.650 dólares. El producto aparece acompañado en el portal de una descripción que detalla su identidad: «una botella de jarabe para soda de la marca California Grapine, con etiqueta antigua y escasa, bajo cristal, con borde aplicado a mano y una bonita etiqueta».
Al no haberse podido identificar el año exacto de los orígenes de la marca y del artículo en cuestión, se transforma inmediatamente en una pieza extraña de coleccionismo vintage. Pero, ¿por qué asciende a ese valor desorbitado? podría deberse a la escasez y la unicidad de la botella de California Grapine, que llevó a elevar la cifra a la cima en la subasta. A todo ello se suma la dificultad de rastreo, que dota al producto de un aura misteriosa y enigmática.