61., sixtyone llega a la capital con un restaurante-club que pretende cambiar la forma en la que se vive la noche. Un espacio efervescente inspirado en el romanticismo veneciano en el que la gastronomía, el arte y el diseño se fusionan en una misma experiencia cambiante bajo la luz de las velas.
En este ‘art dining club’ el arte es esencial. En sus paredes podemos encontrar piezas de distintos artistas, tanto emergentes como consolidados, en contraste con su construcción brutalista, que irán renovándose cada seis meses. Exposiciones temporales que irán reforzando la narrativa visual del local -diseñado por Archidom Studio-, integrándose en el espacio en diálogo con la luz, los aromas y la música.


La propuesta gastronómica del local se presenta de igual forma como uno de los grandes pilares del proyecto. Liderada por la cocina de producto de Franco Franceschini, ésta se impregna de las raíces argentinas del chef a través del arte de las brasas con las que eleva cada creación. Sus platos, pensados para compartir, vislumbran la contemporaneidad en elaboraciones destacadas como su ensalada de aguacate a la brasa, sus tiernas costillas angusse, que se deshacen en la boca, o sus variaciones de wagyu reconvertidas en platos insignia. Otras joyas como el Lenguado Meunière aportan a la velada un contraste ligero y refinado, que poder acabar con un delicado flan casero de la ‘Abuela Nelly’.
Tras la cena, el restaurante se transforma en un club en el que continuar la noche de otro modo. La luz se torna aún más tenue, las mesas se retiran y la música se intensifica, llevando a los asistentes a disfrutar de una experiencia única desde un enclave privilegiado.