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¿Por qué hay una crisis de la pasta en Italia?

La pasta entra en una fase de crisis dentro de la geografía italiana. Te contamos el por qué.

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Italia, como el paraíso de la pasta por excelencia, es la localidad en la que más se consume pasta, y los italianos, por ende, se convierten en los mayores consumidores de estos carbohidratos con una media de unos 23 kg al año.

Durante los últimos meses, la subida del precio de la pasta el doble de la tasa de inflación prevista, a pesar de la bajada del precio del trigo, ha supuesto una problemática que el Gobierno italiano intentará combatir mediante una «reunión de crisis». Según Reuters, Adolfo Urso, Ministro de Desarrollo Económico de Italia, ha solicitado una reunión de crisis para discutir esta situación adversa sobre la que las autoridades han decidido intervenir.

Urso ha declarado que el coste de los espaguetis y otros tipos de pasta ha subido un 17,5% interanual en comparación con el precio de esos productos básicos la primavera pasada. Este será precisamente uno de los temas centrales de debate de Urso y la Comisión de Alerta Rápida de Precios en su reunión que tendrá lugar el jueves 11 de mayo.

«Nuestra intención es reactivar cuanto antes la comisión nacional experimental del trigo duro, sin excluir proceder a la creación de una comisión nacional única, para reforzar el diálogo entre los actores de la cadena de suministro y para la formación de un precio compartido a nivel nacional», declaró el Ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, según la cadena italiana ANSA.

En medio de esa dualidad en la que el precio del trigo duro ha bajado un 30% desde el año pasado, y el precio de la pasta se ha duplicado, Italia está atravesando asimismo una crisis energética. Una que ha llevado a sugerir por parte de personalidades como Giorgio Parisi, ganador del Premio Nobel de Física en 2021, que los italianos deberían apagar la fuente de calor mientras cocinen su pasta.

Parisi calculó que este cambio podría ahorrar unos 6 dólares en costes energéticos al año a cada persona que aplique esta medida, lo que se suma a un ahorro anual en todo el país de 47,6 millones de dólares. Como era de esperar, su sugerencia acabó ganando más refractarios que adeptos.