Nombres propios

José Moro, sobre el futuro del vino en España: «Vamos a seguir luchando, con imaginación y energía»

José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y Cepa 21. Foto: Luis Malibrán.

Al terminar su jornada, José Moro, presidente  de Bodegas Emilio Moro y Cepa 21, se sirve una copa de vino. Hoy toca un blanco, La Revelía, un vino del Bierzo que ha sido uno de los últimos que ha añadido a su porfolio de tintos, y fuera de su entorno habitual, la Ribera del Duero. De ese proyecto, que han llevado a cabo «lentamente», dice sentirse orgulloso: «Nos enamoramos de esa tierra por dos razones: porque tiene una orografía muy variada que puede dar vinos muy singulares y porque su tierra tiene un PH muy ácido –que aporta frescura y finura a los vino– que una vez elaborado sobre lías le aportan al vino una melosidad y un carácter únicos… El Bierzo es una zona destinada a ser el gran Borgoña de España».

El bodeguero José Moro hablaba así durante una sesión de #TapasLive. Durante el encuentro en directo, que tuvo lugar en la cuenta de Instagram de Tapas, Moro conversó con Pablo Ortega, redactor-jefe de la revista, sobre vinos, iniciativas solidarias y ayuda social, pero también de cómo la crisis del coronavirus va a transformar la viticultura, las empresas del sector de hostelería y también nuestros hábitos de consumo.

Reinventarse

«La hostelería es uno de los sectores más afectados por la crisis», dice sobre el cierre de los restaurantes, que incluyen un porcentaje muy alto del destino de sus botellas. «Nuestras ventas han disminuido un 70%, pero hay que reinventarse. Y para ello hemos aplicado dos medidas nuevas: apostar más por la venta en gran superficie y el e-commerce. Y eso ha llegado para quedarse».

Sin embargo, reconoce que la situación les está permitiendo abordar cuestiones que tenían aparcadas para darle un empujón a la empresa. Recientemente, José Moro fue reconocido como una de las 100 personas más creativas de los negocios según la revista Forbes por ser uno de los pioneros en la transformación digital de sus bodegas: «Estamos aprovechando para digitalizarnos. Y sobre todo salir con una forma de pensar totalmente diferente. Queremos seguir abanderando la innovación ser una empresa moderna, salir con más poderío».

Sobre cómo abordar la crisis él, personalmente, apuesta por la serenidad: «Lo más importante es mantener la calma para saber analizar las situaciones. Y también aceptar lo que nos está pasando. Hacerte demasiadas preguntas crea mucha tensión… Como dice un amigo mío, eso son ‘chupitos de cianuro que te impiden pensar’. La calma te ayuda a ver con claridad. Por eso tomamos decisiones día a día», sostiene.

«Nosotros tenemos un panorama complicado porque tenemos que seguir vendimiando, con lo que la disminución de gastos es complicada. Va a ser difícil, pero no nos queda otra que seguir trabajando. Tendremos que elaborar –ya veremos a qué precio estará la uva–, pero probablemente los nuevos vinos serán diferentes, más económicos, no sólo por nosotros sino por el resto de la población. Tomaremos decisiones desde le la calma. Quien haya hecho bien las cosas, quien tenga una tesorería potente, son los que tienen que aguantar. Sin embargo esto va a pasar en todos los sectores. No vale llorar, todo lo que sucede, conviene. Sacaremos un aprendizaje. Y si hay que empezar de nuevo, empezaremos de nuevo». Y remata con optimismo: «Vamos a seguir luchando, con imaginación y energía»

El aprendizaje más allá del negocio

Según José Moro este aprendizaje social, cultural o político, «nos va a cambiar la forma de trabajar y de entender la vida». Para empezar, en el plano humano. «Creo que vamos a ser más solidarios. Aunque probablemente también habrá más brecha social». Desde el punto de vista del negocio, también se generará un nuevo paradigma de consumo: El e-commerce será esencial. Cuando te acostumbras a que te lleven el vino a casa, se quedará. Las grandes superficies también cambiarán. Cuando todo esto pase, tal vez muchos negocios serán más fuertes».

El bodeguero insiste en el cambio social como un eje sobre el que pivotar para sortear la crisis. Y será un cambio a nivel global. «Los países que más tests hagan pondrán la restauración antes en marcha. Los que, como España, aún no tenemos eso controlado abre una incertidumbre mayor sobre cómo va a ser la escalada», prevé. Sus vinos actualmente están presentes en más de 67 países, un panorama que también cambiará: «Espero que la situación nos permita llegar a otros mercados. Antes no nos preocupaba tanto porque lo teníamos todo vendido, pero ahora estaremos atentos y procuraremos abrir nuevos mercados».

El e-commerce o el delivery permitirán, insiste, nuevas vías de negocio: «La gastronomía o el vino a domicilio no consiste sólo en trasladar alimentos: la gente querrá productos de primera calidad para seguir celebrando la vida con un buen plato de jamón y una buena botella de vino que llegue a buena temperatura. Con eso se completará la experiencia». Y después apunta que esta tendencia irá al alza «también porque la preocupación por la salud será infinitamente mayor en adelante».

«El vino es algo cultural que nos une»

Durante estos días, desde las bodegas han recuperado la campaña Emilio Moro y Cepa 21 Unen con la que, con el envío de sus vinos –con un 25% de descuento en todas las referencias a través de sus tiendas online y sin gastos de envío– se puede incluir un mensaje al destinatario. Esta iniciativa, creada bajo el lema de que «si sabes escuchar, el vino te habla», ya ha permitido enviar más de un millar de mensajes entre seres queridos, algunos de los cuales pueden verse aquí.

«Todo lo que transmiten es que el vino une. La mayoría son mensajes son muy emotivos, entrañables y tiernos y tratan de trasladar el abrazo que no podemos darnos. El vino es algo cultural, además de saludable, y nos une».

Otro de los puntos diferenciadores de esta empresa familiar que lleva junto a sus hermanos, es que la compañía ha decidido no hacer un ERTE a ninguno de sus 110 empleados. El bodeguero destaca el esfuerzo «Hay que estar con la gente que lo está pasando mal, con los que tienen problemas para llegar a fin de mes. Así que hemos decidido aguantar lo que podamos. No queremos diezmar sus recursos».

Antes ya ayudaban con iniciativas en Perú o en Colombia, llevando agua a lugares remotos a través de su Fundación Emilio Moro, pero trambién han impulsado una iniciativa con la que pretenden animar a los sanitarios cuando acabe la crisi: «Qué menos que dar las gracias a esos héroes que trabajan por nosotros», por eso les han invitado a conocer sus bodegas cuando acabe la crisis. «El vino es un catalizador de las vidas. Les daremos las gracias con vino y un abrazo».

Para finalizar, le pedimos un brindis. Moro no dudó: «Hoy brindaría por muchas cosas. Por tener salud, y también por todos esos héroes que están dejándose la vida por nosotros en los hospitales. Brindo por el futuro, porque el mundo cambie su conciencia, porque sea más empático. Y brindo porque mientras nos queden fuerzas, energía y poder económico, sigamos adelante».

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