Quédate en casa

‘En algún momento llegará la luz’, por Amaya Arzuaga

Artículo Amaya Arzuaga

Estoy pasando el aislamiento en un entorno privilegiado: en una casa rodeada de viñedos, encinas centenarias y, al fondo, desde mi ventana puedo ver ciervos todas las mañanas y una infinidad de estrellas las noches que el cielo no está encapotado.

Cuando vi cómo evolucionaba el virus en Italia cogí dos ordenadores, varias decenas de libros, el altavoz, mis sábanas favoritas, mi vela con aroma de biblioteca, mi gel de cilantro, la impresora (siempre me hace falta), obviamente a mi hijo y decidimos recluirnos. También varios cartones de tabaco; evito aclarar la cantidad exacta y la autocrítica que me hago cada vez que tengo que ir a la cocina a encenderme un pitillo porque me dejé el mechero. Nos fuimos a comprar al supermercado, aunque no pensé en el papel higiénico.

De una vez por todas tenía el firme propósito de intentar emular la receta de Santi Santamaría de papada de cerdo con caviar. Soy una cocinera voluntariosa pero poco dotada, así que al tercer intento fallido decidí abrir una botella de champagne, comerme la lata de caviar con la cuchara y dedicarme a otros menesteres.

Ahora escucho música cuando no leo o veo películas. Especialmente música clásica, jazz, canciones francesas antiguas y mis básicos de siempre: Nick Cave, PJ Harvey o Morrisey. Como no puedo hacer catas verticales, aunque vino tengo en abundancia, estoy haciendo algo similar con las películas. Un día Wilder, otro Orson Welles, en breve Hitchcock y espero que no me dé tiempo a llegar a los directores actuales. Sorprendentemente, he decidido aparcar de forma temporal las series y sólo he visto Las cintas de Ted Bundy y su correspondiente serie.

Trabajo a ratos, aunque la inspiración me está siendo bastante esquiva, y hago deporte compaginándolo con largos baños que intento que no sean muy reflexivos. En algún momento llegará la luz. Pensar en los demás nos hará más fuertes ahora que no podemos besarnos o abrazarnos.

Amaya Arzuaga es diseñadora de moda, y también directora del restaurante Taller, en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), el proyecto gastronómico de Bodegas Arzuaga que el año pasado obtuvo su primera estrella Michelin.

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